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Voto de cinefilico:
9
5,3
11.759
Drama. Romance
Verano de 2008. Se inspira en el film 'En la cama', del chileno Matías Bize. En un hotel del centro de Roma se conocen una rusa y una española. Al día siguiente, Alba volverá a España y Natasha a Rusia. En la habitación del hotel se respira una atmósfera cargada de erotismo y sensualidad. Entre ellas nace un sentimiento nuevo que ambas aceptan. Durante doce horas, las dos mujeres se confían sus vidas, hablan de sus compromisos y del ... [+]
8 de mayo de 2010
15 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
Julio Medem es España:
España, reflejada en Alba, una mujer española en su físico: bajita, morena...pero sobre todo, una española en su fondo. Alba es pasional, enamoradiza, dicharachera, feliz. Alba es una mujer con las ideas claras, que siente la necesidad de guardarse las cosas para sí misma pero que su sangre le obliga a estallar, a contar su verdad, su historia a una completa desconocida pero con la seguridad de esa persona que conoces de toda la vida. Una muchacha inocente que poco le importa su pasado y menos aún su futuro, que vive el día a día, y que necesita buscarse a sí misma en otra persona. Alba es el amor fugaz que se hace eterno, es la chispa que enciende una llama que no se apaga aun cuando llueve. Es un impulso del viento que no para hasta que consigue su objetivo, arrasar con aquello que ve. Es una enfermedad que se te mete dentro para no salir jamás.
Julio Medem es Rusia:
Rusia, representada aquí por Natasha, también una mujer rusa en su físico: alta, rubia... pero, indudablemente es una rusa en su fondo. Natasha es fría, misteriosa, nostálgica. Natasha es la antítesis de Alba, una mujer seria, con las ideas claras, completamente racional, con la inminente necesidad de contar todo aquello que la corroe y la oscurece por dentro pero su cerebro le impide actuar, la lógica puede a su corazón y le obliga a ser cauta. No se sabe del todo hasta que punto lo que Natasha te cuenta es verdad, mentira, o acaso una media verdad. Ni siquiera sabes si Natasha es realmente su nombre. Natasha es el amor duradero, el de toda la vida, aun cuando se apaga la llama de la pasión. Es esa brisa suave que tanto gusto da en un día caluroso, pero que levanta una terrible jaqueca.
(sigo en spoiler, sin "spoilear")
España, reflejada en Alba, una mujer española en su físico: bajita, morena...pero sobre todo, una española en su fondo. Alba es pasional, enamoradiza, dicharachera, feliz. Alba es una mujer con las ideas claras, que siente la necesidad de guardarse las cosas para sí misma pero que su sangre le obliga a estallar, a contar su verdad, su historia a una completa desconocida pero con la seguridad de esa persona que conoces de toda la vida. Una muchacha inocente que poco le importa su pasado y menos aún su futuro, que vive el día a día, y que necesita buscarse a sí misma en otra persona. Alba es el amor fugaz que se hace eterno, es la chispa que enciende una llama que no se apaga aun cuando llueve. Es un impulso del viento que no para hasta que consigue su objetivo, arrasar con aquello que ve. Es una enfermedad que se te mete dentro para no salir jamás.
Julio Medem es Rusia:
Rusia, representada aquí por Natasha, también una mujer rusa en su físico: alta, rubia... pero, indudablemente es una rusa en su fondo. Natasha es fría, misteriosa, nostálgica. Natasha es la antítesis de Alba, una mujer seria, con las ideas claras, completamente racional, con la inminente necesidad de contar todo aquello que la corroe y la oscurece por dentro pero su cerebro le impide actuar, la lógica puede a su corazón y le obliga a ser cauta. No se sabe del todo hasta que punto lo que Natasha te cuenta es verdad, mentira, o acaso una media verdad. Ni siquiera sabes si Natasha es realmente su nombre. Natasha es el amor duradero, el de toda la vida, aun cuando se apaga la llama de la pasión. Es esa brisa suave que tanto gusto da en un día caluroso, pero que levanta una terrible jaqueca.
(sigo en spoiler, sin "spoilear")
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Julio Medem es Roma (o al menos, una habitación):
Roma (un lugar que tengo pendiente visitar, espero que pronto) es un laberinto donde perderse, donde, si te atrapa, y es fácil que te atrape, es difícil escapar de sus garras. Roma es un lugar mágico que desprende amor por todos sus rincones y la habitación donde ocurre todo no iba a ser menos. Una habitación de hotel con tres salas. La más lejana es un baño, blanco puro, un lugar donde limpiar el alma, donde volver a ser quién realmente eres, un lugar donde te ves reflejado en un espejo que te dice a la cara quién o qué eres en ese momento y cómo debes actuar en los siguientes. La segunda sala es una sala roja, presidida por un cuadro donde aparece el Ágora de Atenas. Es el lugar donde Alba elige desnudar su alma, una sala con un color que la representa completamente, con un cuadro que intenta pararla los píes pero que sabe que es misión imposible. La sala más cercana a la puerta es el dormitorio donde se funden el ocre de Alba y el blanco (esta vez misterioso y frío) de Natasha. Un dormitorio presidido por la imagen de Luis Battista Alberti, el humanista del Renacimiento favorito de Natasha. Un hombre completamente lógico. Hay una sala más, una terraza, aquí es donde Natasha se descubre tal y como es, en una sala donde pueda escapar, donde sus palabras y sus actos se las lleve el viento y no queden en secretos escuchados por Alberti o por los políticos del Ágora. La puerta de la habitación se abre dos veces para mostrarnos el pasillo del hotel de color amarillo un color que habla de la energía de la española y de la inteligencia de la rusa, pero sobre todo, habla de la alegría de ambas. El pasillo busca que las amantes se den cuenta de su felicidad e intenta que ninguna de las dos consigan salir de esa habitación que les ha devuelto a la vida.
Julio Medem es Ouka Leele:
La prestigiosa fotógrafa se ha empapado del aroma de Medem y nos muestra en su sugerente póster, a dos sirenas, una que viene del sur y otra del este, que se encuentran en un centro mágico que les hará cambiar sus vidas para siempre. Una mira con seguridad, sonriente, como sabiendo qué es lo que ocurrirá y sabiendo que le gustará. La otra mira cómplice, pero enigmática, buscando sugerir sin mostrar nada de lo que realmente va ver.
Julio Medem es Russian Red:
Durante todo el metraje se puede disfrutar de Loving Stranger, apenas unos versos, que bastan para contar toda la película. Una canción que muestra sentimientos encontrados, que te hace llorar de felicidad y de tristeza dependiendo a la imagen que acompañe.
Julio Medem es Julio Medem:
Medem, vuelve a mostrarnos con su poesía visual una historia de amor sin trabas. Capaz de hacer que lo cursi y empalagoso sea sencillo y artístico. Yo solo puedo aplaudirte por todo lo que has hecho en esta película, o casi, no debiste excederte tanto con el Google Earth. Aun así, muchas, muchísimas gracias por tu valentía... y hasta que nos veamos en otra sala.
Un 9.
Roma (un lugar que tengo pendiente visitar, espero que pronto) es un laberinto donde perderse, donde, si te atrapa, y es fácil que te atrape, es difícil escapar de sus garras. Roma es un lugar mágico que desprende amor por todos sus rincones y la habitación donde ocurre todo no iba a ser menos. Una habitación de hotel con tres salas. La más lejana es un baño, blanco puro, un lugar donde limpiar el alma, donde volver a ser quién realmente eres, un lugar donde te ves reflejado en un espejo que te dice a la cara quién o qué eres en ese momento y cómo debes actuar en los siguientes. La segunda sala es una sala roja, presidida por un cuadro donde aparece el Ágora de Atenas. Es el lugar donde Alba elige desnudar su alma, una sala con un color que la representa completamente, con un cuadro que intenta pararla los píes pero que sabe que es misión imposible. La sala más cercana a la puerta es el dormitorio donde se funden el ocre de Alba y el blanco (esta vez misterioso y frío) de Natasha. Un dormitorio presidido por la imagen de Luis Battista Alberti, el humanista del Renacimiento favorito de Natasha. Un hombre completamente lógico. Hay una sala más, una terraza, aquí es donde Natasha se descubre tal y como es, en una sala donde pueda escapar, donde sus palabras y sus actos se las lleve el viento y no queden en secretos escuchados por Alberti o por los políticos del Ágora. La puerta de la habitación se abre dos veces para mostrarnos el pasillo del hotel de color amarillo un color que habla de la energía de la española y de la inteligencia de la rusa, pero sobre todo, habla de la alegría de ambas. El pasillo busca que las amantes se den cuenta de su felicidad e intenta que ninguna de las dos consigan salir de esa habitación que les ha devuelto a la vida.
Julio Medem es Ouka Leele:
La prestigiosa fotógrafa se ha empapado del aroma de Medem y nos muestra en su sugerente póster, a dos sirenas, una que viene del sur y otra del este, que se encuentran en un centro mágico que les hará cambiar sus vidas para siempre. Una mira con seguridad, sonriente, como sabiendo qué es lo que ocurrirá y sabiendo que le gustará. La otra mira cómplice, pero enigmática, buscando sugerir sin mostrar nada de lo que realmente va ver.
Julio Medem es Russian Red:
Durante todo el metraje se puede disfrutar de Loving Stranger, apenas unos versos, que bastan para contar toda la película. Una canción que muestra sentimientos encontrados, que te hace llorar de felicidad y de tristeza dependiendo a la imagen que acompañe.
Julio Medem es Julio Medem:
Medem, vuelve a mostrarnos con su poesía visual una historia de amor sin trabas. Capaz de hacer que lo cursi y empalagoso sea sencillo y artístico. Yo solo puedo aplaudirte por todo lo que has hecho en esta película, o casi, no debiste excederte tanto con el Google Earth. Aun así, muchas, muchísimas gracias por tu valentía... y hasta que nos veamos en otra sala.
Un 9.