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Voto de Vivoleyendo:
8
Drama. Comedia Matt King (George Clooney), casado y padre de dos niñas, se ve obligado a replantearse la vida cuando su mujer sufre un terrible accidente que la deja en coma. Intenta torpemente recomponer la relación con sus problemáticas hijas -la precoz Scottie, de 10 años (Amara Miller), y la rebelde Alexandra, de 17 (Shailene Woodley)- al tiempo que se enfrenta a la difícil decisión de vender las propiedades de la familia. Herederos de la realeza ... [+]
22 de enero de 2012
16 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
Matt King tiene su residencia en Hawaii, comparte con un regimiento de primos el semisalvaje y extenso patrimonio natural en una de las islas del archipiélago, heredado de sus antepasados, y ahí acaba toda conexión con el paraíso que le pudieran atribuir al flamante descendiente de la nobleza autóctona.
Porque es nombrar la palabra “Hawaii” y automáticamente se evoca un mar azul y transparente, palmeras, deportes acuáticos, clima benigno y una vidorra a la bartola tumbados en la arena con una bebida fresquita, fiestas con bailes polinesios y cuerpos surferos exhibiéndose por las orillas.
Matt hace quince años que no se sube a una tabla de surf, trabaja a destajo como abogado (ha adoptado la humilde filosofía de su padre, quien creía firmemente que no se debe llevar una vida regalada, sino que hay que currársela), su mujer ha sufrido un accidente y está en coma irreversible, y se siente un extraño ante sus dos hijas, de quienes se ocupaba en gran medida su madre.
¿Dónde está el tan anunciado paraíso? Porque Matt está aquí de prestado como todo quisqui, la tragedia ha entrado en su casa sin llamar, se da cuenta de que no ha sido un marido y padre ideal, más o menos como le pasa al más pintado, y ha intuido desde que posee memoria que la riqueza que podría poseer no lo haría ser mejor. El hecho de vivir en el estado hawaiano no borra automáticamente las penas, no evita los accidentes ni las enfermedades, no inyecta un conocimiento especial sobre cómo ser padres, ni ofrece la felicidad gratis.
Se le ha arrojado encima el rápido declive de su esposa, hacerse cargo de una adolescente resentida y de una niña caprichosa, descubrir secretos muy incómodos y tomar la decisión de firmar la venta de todas las tierras de la familia.
¿Quién coño se atreve a afirmar alegremente que ser un King de Hawaii es sinónimo de paraíso?
Payne rueda una comedia dramática como las que son su sello, de personajes de a pie con encallecidos problemas que encarar, cuyas ramificaciones se hunden hasta el lugar donde se originan las frustraciones, y los caminos que emprenden para tratar de encontrar el punto donde se extraviaron y retomarlo en una nueva dirección.
La lengua polinesia suena de fondo en la banda sonora compuesta de canciones locales, rasgueos de guitarra y paisajes volcánicos moldeados por la atmósfera subtropical suavizada con las brisas marinas, que regalan a los sentidos una explosión de naturaleza salvaje invadida a medias por el zarpazo de lo artificial.
Vivoleyendo
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