Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Vivoleyendo:
10
Drama Berlín, 1936. Sorowitsch (Karl Markovics), el rey de los falsificadores de moneda, es un judío sin escrúpulos que cree que "la manera más rápida de ganar dinero es fabricar dinero" y no le preocupa en absoluto lo que está sucediendo a su alrededor, ni siquiera la situación de los judíos. Sin embargo, cuando estalla la guerra, es arrestado y llevado a un campo de concentración nazi, donde se ve obligado a trabajar con otros ... [+]
16 de marzo de 2008
88 de 138 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lo siento, puede que exagere al ponerle un 10. Pero es la única puntuación que mis sentimientos me impulsan a darle.
Acabo de verla en el primer verdadero cine del que disponemos en mi pueblo desde hace muchos años. Ocho salas recién inauguradas, que me abren las puertas a ese paraíso que todos los cinéfilos conocemos a la perfección. Ocho salas de sueños, de suspiros, de risas, de lágrimas furtivas, de tensión... Qué os voy a contar que no sepáis.
Tal vez el hecho de que me haya estrenado en el cine de mi pueblo con esta película, haya tenido algo que ver en las emociones que se revuelven todavía por mi estómago. Es lo que tiene ser capaz aún de disfrutar de estas pequeñas cosas. Y siempre estaré agradecida por este día. Por ese cine en el que todo huele a nuevo.
Creo que iba con la predisposición de ánimo idónea. Simplemente, con la intención de dejarme llevar sin resistencia, sin quisquillosas objeciones de crítica exigente. Dispuesta a dar mi aplauso, si el producto que me ofrecían era capaz de regalarme una hora y media de pura y vibrante energía. Y a fe que lo ha logrado. Como también mi madre y mi padre, que me han acompañado, han sentido la misma vibración. Ha sido plena unanimidad.
Qué puede ofrecernos de novedoso otra historia sobre el holocausto, se preguntarán algunos. Algo que no se haya contado ya.
Pues nada más, y nada menos, que otra historia como mínimo tan desgarradora como otras. Dura, cruel, tensa, tristísima, penosa, hermosa, heroica.
La hazaña de sobrevivir a base de astucia, habilidad y arte (y, sobre todo, a base de suerte) cuando millones de personas a tu alrededor están cayendo como moscas.
El dolor de la dignidad humana pisoteada, de la brutal pérdida de seres amados.
El terror de ser el siguiente.
El férreo autocontrol para no enloquecer, para no tirarlo todo por la borda tras tanto esfuerzo.
Una silenciosa rebeldía que, bajo cuerda, consiga sabotear a los verdugos, estirar la cuerda lo suficiente corriendo el riesgo de que se rompa en cualquier momento. Sabiendo que es muchísimo lo que está en juego. La vida de unos pocos, incluso la balanza que podría decidir de qué lado estará la victoria.
Nada nuevo que contar, ni de un modo original. Pero una historia única. ¿Acaso cada historia no lo es? Cada matiz de la encomiable fotografía, cada gesto de los grandes actores, la espléndida ambientación, el sencillo pero impactante guión, unos efectos sonoros dignos de ser desplegados en la sala del cine, y una banda sonora de ensueño, a ritmo de nostálgico tango argentino y de alguna pieza de ópera, ofrecen el cóctel de una pequeña maravilla dramática que se ha hecho para sentirla y vivirla. Para dejarse llevar y emocionarse, sin más. Para dar algún salto en el asiento cuando oímos el temido disparo. Para apartar inevitablemente los ojos de la pantalla ante la crudeza. Para notar el corazón acelerado.
Qué queréis, yo todavía soy así de ingenua.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Vivoleyendo
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow