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Voto de Vivoleyendo:
7
Drama Versión libre, de carácter gótico, del popular cuento de los hermanos Grimm, que ha sido ambientada en España durante los años 20. Blancanieves es Carmen, una bella joven con una infancia atormentada por su terrible madrastra Encarna. Huyendo de su pasado, Carmen emprenderá un apasionante viaje acompañada por sus nuevos amigos: una troupe de Enanos Toreros. (FILMAFFINITY)
10 de enero de 2014
8 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Unos cuantos me han dicho que no parezco de mi tierra. El flamenco me gusta más bien poco y soy anti-tauromaquia (y ya que estamos, incluiré el deporte nacional, el fútbol, que también he detestado desde que tengo memoria).
Ya sabemos que a Hollywood le chifla lo typical Spanish. Le pones un par de escenitas de toros, dos o tres guitarreos con una cantaora y trajes de flamenca y ya están más "españolizados" que una servidora.
Por fortuna, detrás de todo lo del toreo y del flamenco y a pesar de algunos momentos cutrecillos, Pablo Berger ha presentado una adaptación libre, más bonita y sensible de lo que me temía, del famoso cuento. En Sevilla nace una niña muy gafe y con muy mala estrella, como es de rigor en los cuentos tradicionales. Es raro aquél en el que no sale una chica, ya sea plebeya o princesa, que las pasa canutas (cómo debía de gustarle al respetable escuchar que aquellas infelices lo pasaban tan mal o peor que él). Y casi todas son inocentes y sumisas jovencitas que soportan carros y carretas con resignación, sin rebelarse, una auténtica apología del estoicismo.
Ojalá Blancanieves le hubiera hecho una cara nueva a su adorable madrastra y le hubiera soltado a su negligente padre las cuatro verdades del barquero. El cuento sería satisfactoriamente diferente.
Pero en fin, la esencia la han respetado. Esta pobre niña lo tiene muy negro.
En esta nueva resurrección del cine mudo, el primoroso trabajo de fotografía en blanco y negro, la banda sonora que sustituye al sonido y la estética de principios del siglo veinte contribuyen a darle ese toque de encanto añejo a la par que un poco atemporal, con sabor a los comienzos del cine y a radiografía algo satírica de esta sociedad hipócrita de culto al dinero y al morbo.
La pequeña actriz, Sofía Oria, sencillamente fantástica, la que más me ha gustado con esos ojazos y esa tremenda expresividad sin oírle una sola palabra. Verdú, la encarnación ideal de la madrastra de las pesadillas de todo niño.
Hay magia sin que aparezcan brujas (al menos no las verrugosas con escoba que preparan pociones), espejos mágicos, encantamientos ni príncipes azules.
Pero vamos, que a mí no me la comparen con "The Artist", porque opino que la francesa le da veinte vueltas a la española.
Vivoleyendo
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