En el entorno totalmente bello y selvático, tormentoso y sinuoso (que representa el alma de Ada, la protagonista), una comunidad puritana lucha por imponer su rigidez y sus encorsetadas normas (que representa el alma del nuevo marido de Ada).
Ada es una mujer muy apasionada y peculiar, que un día decidió dejar de hablar y que vive en su mundo interior dominado por su íntima relación con su hija, por la música y por las pasiones fuertes. Incapaz de amar a su estirado marido (que le han endosado por conveniencias) y de integrarse en la colonia puritana que coarta el poder de su imaginación, Ada se encuentra perdida y ni siquiera puede realizarse con su música, pues no se le permite quedarse con su piano, imprescindible para ella.
Resentida pero dispuesta a todo por recuperar su música, que es su medio de expresión, Ada llega a un acuerdo con un vecino solitario que se siente atraído por ella y que intuye la desesperación de ella por recuperar su piano. Ada se irá sintiendo arrastrada por ese hombre que posee un alma afín a la suya, un alma solitaria y apasionada que descubre en Ada su razón de ser y su medio de expresar toda la pasión que lleva dentro.
Dura y vital, cruda y hermosa, en unos paisajes abrumadores idóneos para que crezca un amor auténtico.