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Voto de Vivoleyendo:
8
Comedia. Drama. Romance Narra la amistad y desventuras de tres curiosos artistas sin blanca en el París bohemio. Marcel, un escritor sin trabajo que se dedica a recoger botellas vacías, Rodolfo, un pintor albanés sin papeles, y Schaunard, un compositor irlandés. Los tres intentan sobrevivir a su mala situación económica ayudándose mutuamente. (FILMAFFINITY)
15 de agosto de 2008
19 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
Inspirándose en la novela "Escenas de la vida de bohemia", de Henri Murger (1822-1861), Kaurismäki rodó su comedia dramática "La vida de bohemia". Quiso concentrar su atención en el estilo de vida de esos artistas que abundan en París, considerada la ciudad del amor y del arte por antonomasia. Las visiones románticas siempre la han presentado como reducto de escritores, pintores, músicos, etc. que tratan de ganarse el pan casi heroicamente mientras malviven en míseras buhardillas de Montmartre y de las zonas con más encanto de París. Pero Kaurismäki captó una visión bien diferente. Lejos de presentar a unos héroes de la pluma, del pincel y de la música sumidos en ambientes románticos, el director finlandés es un experto en representar la pobreza de esa gran parte de talentos anónimos que pueblan un París prosaico y vulgar.
Sus artistas, con el instinto aguzado por el hambre y la necesidad, son unos tramposos de tomo y lomo, avezados en las pequeñas tretas para esquivar a sus caseros que vienen a reclamar los alquileres atrasados, en artimañas para engañar a incautos, en una charlatanería pomposa para convencer a posibles clientes... Un pintor albanés de talento no reconocido, un escritor fracasado y un músico vanguardista unen sus calamitosas trayectorias para compartir sus soledades, sus dificultades y sus extravagancias, y tratar de malvivir en los umbrales de la miseria, siempre a salto de mata.
Los tres aspiran a lo que cualquiera querría aspirar: ganar dinero con su vocación, vivir decentemente y encontrar el amor.
Kaurismäki desecha cualquier atisbo de romanticismo en una ambientación decadente de apartamentos ruinosos, sucios y donde reina un desorden caótico. En bares que nada tienen de glamourosos. En calles desangeladas (exceptuando algunas fugaces apariciones de unos eternamente bellos Campos Elíseos con el Arco del Triunfo al fondo). Hasta el amor suele ser interesado y supeditado a la necesidad; sus compañeras no dudan en abandonarles cuando la ruina y la miseria atenazan, para buscar puertos más seguros. Kaurismäki no rechaza cierto aire tristemente tierno en esa desesperación por encontrar una compañía y calor humano, pero también deja clara una gran verdad: que cuando el hambre acecha, el amor puede llegar a convertirse en un artículo de lujo.
Sus protagonistas siempre tienen ese aire excéntrico, descarado, desaliñado de los bohemios que sobreviven al margen de ciertas leyes y en los bordes de una sociedad que no los ve con buenos ojos. Las mujeres que los acompañan a rachas han aprendido a no esperar gran cosa y a amarlos con toda su carga de carencias, pero también sueñan con vivir dignamente, con unas mínimas comodidades y con estabilidad.
Fotografía en blanco y negro del París que no vemos en las postales, una banda sonora con composiciones de Mozart, temas franceses y melodías japonesas y finlandesas.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Vivoleyendo
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