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Voto de Vivoleyendo:
43.502
Drama
Thelma Dickinson, un ama de casa de vida vacía y anodina, está casada con un cretino detestable que la trata como a una niña. Por su parte, Louise Sawyer trabaja como camarera en una cafetería y sueña con que su novio Jimmy, que es músico, se case con ella. Un fin de semana deciden hacer un viaje juntas en el coche de Louise para alejarse de la mortal rutina de sus vidas y de todas sus frustraciones. Sin embargo, su escapada, que ... [+]
27 de diciembre de 2009
14 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tedio, encierro, punto muerto. Desilusión. Disparidad de objetivos y de metas.
Eso es lo que causa que Thelma y Louise estén hasta la coronilla de sus relaciones sentimentales con sus hombres.
Hombres y mujeres que hablan lenguajes distintos, que han llegado a un punto en que no se entienden. Thelma es víctima del clásico machismo y de los malos tratos. La tarea de afrontar un matrimonio deprimente y totalmente desigual hace que se sienta cada vez más perdida y harta. Louise se impacienta ante la indecisión de su novio y su miedo al futuro.
Cansadas de la monotonía y de los atropellos a sus sentimientos y a su dignidad, deciden tomarse unos días sabáticos y dejar atrás sus tambaleantes hogares y a sus insatisfactorias parejas.
Creyendo huir hacia la libertad, no barruntan, pobres ingenuas, que la libertad está envenenada de amenaza para dos mujeres que viajan solas. Muchos hombres pueden llegar a ser enemigos muy dañinos y mortíferos cuando se crecen en presencia de personas del "sexo débil". Muchos llevan dentro instintos sádicos, violadores, delincuentes y asesinos, que se destapan cobardemente en cuanto se ven delante de mujeres a las que superan en fuerza física. Ninguna mujer está segura en un entorno de machotes con complejo de cerebro inexistente, picha pequeña y masa muscular de gimnasio o de cargar bultos, de la que gallean mucho, presumiendo ante los amigotes y retándose a ver quién revienta los callos a quién echando pulsos. Algunos se las dan de encantadores para engañar y obtener lo que quieren sin miramientos.
Thelma y Louise, por desgracia, se topan con tipos como ésos. Como si no tuvieran bastante con tener en casa algún tipejo de calaña similar, aparecen como una plaga donde quiera que vayan.
Ellas llevan todas las de perder. No pueden ser libres en un país (como muchos) que proclama la igualdad, la dignidad y todas esas monsergas, para comprobar que la realidad es muy diferente: demasiados hombres no están dispuestos a admitir ni permitir la igualdad. Ni el respeto hacia los seres del otro sexo.
Una road-movie hacia la perdición.
Eso es lo que causa que Thelma y Louise estén hasta la coronilla de sus relaciones sentimentales con sus hombres.
Hombres y mujeres que hablan lenguajes distintos, que han llegado a un punto en que no se entienden. Thelma es víctima del clásico machismo y de los malos tratos. La tarea de afrontar un matrimonio deprimente y totalmente desigual hace que se sienta cada vez más perdida y harta. Louise se impacienta ante la indecisión de su novio y su miedo al futuro.
Cansadas de la monotonía y de los atropellos a sus sentimientos y a su dignidad, deciden tomarse unos días sabáticos y dejar atrás sus tambaleantes hogares y a sus insatisfactorias parejas.
Creyendo huir hacia la libertad, no barruntan, pobres ingenuas, que la libertad está envenenada de amenaza para dos mujeres que viajan solas. Muchos hombres pueden llegar a ser enemigos muy dañinos y mortíferos cuando se crecen en presencia de personas del "sexo débil". Muchos llevan dentro instintos sádicos, violadores, delincuentes y asesinos, que se destapan cobardemente en cuanto se ven delante de mujeres a las que superan en fuerza física. Ninguna mujer está segura en un entorno de machotes con complejo de cerebro inexistente, picha pequeña y masa muscular de gimnasio o de cargar bultos, de la que gallean mucho, presumiendo ante los amigotes y retándose a ver quién revienta los callos a quién echando pulsos. Algunos se las dan de encantadores para engañar y obtener lo que quieren sin miramientos.
Thelma y Louise, por desgracia, se topan con tipos como ésos. Como si no tuvieran bastante con tener en casa algún tipejo de calaña similar, aparecen como una plaga donde quiera que vayan.
Ellas llevan todas las de perder. No pueden ser libres en un país (como muchos) que proclama la igualdad, la dignidad y todas esas monsergas, para comprobar que la realidad es muy diferente: demasiados hombres no están dispuestos a admitir ni permitir la igualdad. Ni el respeto hacia los seres del otro sexo.
Una road-movie hacia la perdición.
