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Voto de Vivoleyendo:
7
Drama. Musical Berlín, años 30. El partido nazi domina una ciudad donde el amor, el baile y la música se mezclan en la animada vida nocturna del Kit Kat Club. Un refugio mágico donde la joven Sally Bowles y un divertido maestro de ceremonias hacen olvidar las tristezas de la vida. (FILMAFFINITY)
27 de septiembre de 2008
23 de 27 usuarios han encontrado esta crítica útil
El musical, basado en la novela “Adiós a Berlín” de Christopher Isherwood, que andaba cosechando un estruendoso éxito sobre las tablas de Broadway, y que había visto la luz en Londres contando con Judi Dench como protagonista, fue adaptado al cine en la misma época en que Coppola lanzaba a las pantallas “El padrino”. Ante tamaña competencia, pareciese que este digno musical podría quedar eclipsado, pero no fue así. Obtuvo los Óscars al mejor director (Bob Fosse), mejor actriz (Liza Minelli), mejor actor de reparto (Joel Grey), mejor banda sonora, mejor decorado, mejor montaje, mejor fotografía y mejor sonido. Arrasó con ocho premios de la Academia, frente a los tres que se llevó “El padrino”. Y, aunque para mí no se trata de un musical extraordinario y tampoco creo demasiado en la fiabilidad de esos premios, sí creo que se merecía no quedar oscurecido frente a la demasiado encumbrada cinta de Coppola.
Bob Fosse conservó intacto el encanto y el ambiente chispeante y descocado de un típico local nocturno de espectáculos, que se presenta como una alegoría de la alegría ruidosa sin prejuicios, y la evasión de los problemas de la vida diaria. El “Kit Kat Club” es pura filosofía que invita a dejar las preocupaciones en la puerta y zambullirse en la euforia de noches restallantes de música, colorido, risas, embriaguez, excesos y desinhibición. Mientras de puertas afuera el partido nazi alemán crece como una enfermedad y gana cada vez más fanáticos adeptos, mientras en las calles se suceden las emboscadas y los asesinatos y grupos de desaprensivos marchan como legiones infernales insultando a los judíos, agrediéndolos y dejando ofensivas pintadas en los muros de sus viviendas, dentro del “Kit Kat Club” las penas se olvidan bajo ríos de alcohol, capas de maquillaje, ropas chillonas, coreografías de vértigo y canciones que hablan de felicidad, de amor, de dinero y de diversión.
El maestro de ceremonias es toda una institución en sí mismo. Una institución sobre la libertad, el descaro, el ocio y el placer que cada noche es completamente feliz dando rienda suelta a todo su caudal artístico. Ácido, avispado y punzante, bajo su maquillaje y su desparpajo destapa las hipocresías de una sociedad demasiado ciega y lastrada por la soberbia.
El cabaret es el núcleo tras el cual se originan historias personales. Punto de encuentro de un público deseoso de huir de la tosca realidad exterior, y de artistas que sueñan con un futuro de luces prometedoras, escenarios, bambalinas y éxito.
Sally Bowles es una gran cantante, nacida para el espectáculo, que regala su voz y sus naturales habilidades interpretativas al servicio de la audiencia del cabaret. Pero no es suficiente para ella. No es más que un escalón en el camino hacia el triunfo, porque Sally a toda costa desea ser actriz.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Vivoleyendo
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