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Voto de Vivoleyendo:
6
Drama La vida de dos hermanos sufre un brusco cambio cuando de repente aparece su padre, al que sólo recordaban por una vieja fotografía. ¿Es realmente su padre? ¿Por qué ha vuelto después de tanto tiempo? Los chicos encontrarán la respuesta a sus preguntas en una remota y solitaria isla, después de un emocionante viaje con su padre por los bellos parajes de Siberia. Ópera prima del realizador ruso Zvyagintsev, ganó el León de Oro en Venecia, ... [+]
16 de febrero de 2011
9 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Nos asomamos a una etapa muy sombría que altera a dos hermanos de unos quince o dieciséis años el mayor, y unos doce o trece el menor. Su padre ha estado en paradero desconocido durante tantos años que ninguno de los chicos lo recuerda en absoluto. Su pequeña familia se reduce a la abuela, la madre y los dos hermanos, Andrei e Iván.
Este episodio sobre la vuelta a casa del padre indeseable, con una narración sobria y árida, es la protesta agria de los chavales que se las apañaban sin la figura paterna, que no han conocido su calor protector, ni la menor brizna de cariño ni admiración hacia quien contribuyó a darles el ser. Y al que de golpe y porrazo ven aparecer como un advenedizo, un extraño al que no van a dejar entrar así como así. Sobre todo Iván muestra su resabio, Iván al que la pandilla de amiguetes llama “gallina” porque tiene pánico a las alturas. Mientras Andrei se desvive por ser más solícito con el padre reaparecido, el menor marca distancias, mira con resentimiento y se comporta con deliberada rebeldía. Actitud que no suaviza el hecho de ser tratados con seca aspereza, ni las órdenes recibidas por quien parece estar acostumbrado a ser obedecido sin réplicas, ni el callado vagar en una especie de parodia de lo que debería ser una feliz excursión para celebrar el reencuentro familiar.
Han crecido en una casa apacible, con una madre atenta y afectuosa, pero poblada de silencios, de cosas no pronunciadas. Ni una foto en la que hayan aprendido a evocar los rasgos paternos, ni un relato de anécdotas en las que hayan podido entrever su carácter ni su manera de vivir.
Como un fantasma que oscurece las habitaciones, al que no se menciona jamás.
Los muchachos no lo conocen. Pero ahora que ha regresado, él tampoco hace mucho por darse a querer. Tal vez hace lo único que sabe o que puede. No es posible recuperar largos años de ausencia.
La excursión en la que los tres tendrían que acercarse, es un viaje que más bien se asemeja a un desastroso despropósito…
La relación entre los hermanos y su desubicación, el descoloque de adaptarse a algo que asimilan mal, centra la trama. Son ellos contra su enemigo común, precisamente quien tendría que haber sido para ellos alguien amado y añorado.
La sequedad de la incomunicación, la tensión que se respira, la expresión hostil de Iván, su rabiosa desconfianza, cómo influye en Andrei y suele tomar la iniciativa pese a ser de menor edad… El pequeño tiene miedo a los lugares altos, pero reúne más redaños y más sagacidad que el mayor, más confiado y dócil.
Un choque que provoca el temblor de los cimientos de dos adolescentes, en una película triste, donde lo no dicho, lo no expresado, crepita sonoramente en el aire, donde hay tanto por hablar, tanto por explicar y aclarar, tanta incomodidad acumulada.
Una filmación sobre la distancia entre las personas.
Vivoleyendo
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