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Voto de Vivoleyendo:
7
Musical. Comedia. Drama En 1976, Tony Wilson descubre que su verdadera vocación es la música. Funda un sello discográfico y se convierte en cazatalentos y promotor musical. Nace así la exitosa discográfica Factory Records de Manchester, de donde proceden grupos como Joy Division, New Order y Happy Mondays. Tony Wilson y sus amigos, tras asistir a un concierto de Sex Pistols, a finales de los años 70, elaboran un plan que cambia por completo el mundo de la ... [+]
1 de febrero de 2008
6 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
En primer lugar, diré que no soy una gran conocedora ni fanática ni especial seguidora de ese movimiento diverso y conocido como "New Wave" (de hecho, llevo toda la vida escuchando canciones de grupos pertenecientes a esa ola, pero con las modas de intentar agrupar lo inagrupable, resulta que todos se adscriben a una supuesta tendencia musical tan ramificada que es imposible discernir sus límites).
Soy bastante profana en ese tema. Hasta hace poco no conocía grupos como Joy Division (del cual he tenido conocimiento a través de mi novio) o Happy Mondays y otros cuantos. Sí conocía, en cambio, a otros que he escuchado desde niña y que yo antes no sabía que pertenecieran al mencionado "New Wave". Grupos como The Cure, Simple Minds, Pet Shop Boys, Depeche Mode, Duran Duran y The Police y no sé cuántos más llevan muchos años liderando tendencias y de alguna forma han marcado algún momento de mi desarrollo personal y han figurado ahí como parte de la banda sonora de mi vida. Sin ser gran seguidora de ninguno de ellos, sin embargo reconozco el valor sentimental que algunas de sus canciones conservan para mí.
Esta película-documental sobre el alzamiento musical de Manchester en los años 70 supone un buen documento o archivo sobre una época que hizo historia en la evolución y revolución sociocultural de Gran Bretaña. En una época de experimentaciones y cambios, de proliferación de bandas que aportaban nuevos estilos, de discográficas que buscaban nuevos talentos... En suma, una década en la que comenzaría una vorágine de encumbramientos y caídas, de excesos, cazatalentos, oportunistas... Un universo de sonidos y voces experimentales envueltos en un aura de meteórica fama, de escándalos, de corrupción, de aceleración... Y siempre la eterna lucha entre lo "comercial" y lo "alternativo". Tony Wilson, un freak de los medios audiovisuales, alberga la ilusión de crear su propia discográfica (la Factory Records), con la particularidad de conceder siempre plena libertad creadora a sus grupos. Esto conlleva varias ventajas: favorecer la inspiración creativa y la personalidad propia de los músicos sin asfixiarlos con contratos restrictivos. Pero también varios inconvenientes crónicos: la pérdida constante de dinero. Siempre el litigio entre lo lucrativo y el fomento de las auténticas cualidades de los artistas. Tony Wilson, defensor de causas difíciles, apostó por lo segundo. Y probablemente buena parte de las evoluciones musicales actuales tengan mucho que agradecerle.
Imagino que, para los más entendidos en estos temas, esta película puede llegar a constituir un gran homenaje a unos tiempos pasados, a unos lugares concretos que se constituyeron en la cuna en la que se gestaron estilos que revolucionaron el mundo con sus ritmos, melodías y concepciones, y que son en gran parte responsables de los estilos que perviven hoy día. Manchester, cuna y hervidero de una revolución conceptual, rompedora y fructífera, como también lo fueron otras ciudades británicas.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Vivoleyendo
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