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Voto de Vivoleyendo:
6
Acción. Bélico Gravemente herido en combate, el Coronel Claus von Stauffenberg (Cruise), un aristócrata alemán, regresa de África y, tras unirse a la resistencia alemana, se convierte en el cerebro de la Operación Valkiria, cuyo objetivo era derrocar el régimen nazi y acabar con la guerra eliminando previamente a Hitler. El atentado, que fracasó por diversas circunstancias, consistió en la colocación de una bomba en el búnker del Fhürer (1944). El ... [+]
18 de noviembre de 2009
6 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
En la mitología nórdica, las valkirias eran mujeres semidiosas inmortales con una importante (y macabra) misión: decidir quiénes morían y quiénes vivían en el campo de batalla. Los guerreros más heroicos caídos en batalla eran alojados en una residencia exclusiva en la que eran cuidados y agasajados eternamente por las semidiosas guerreras.
Por lo tanto, eran deidades femeninas estrechamente ligadas a la guerra.
Wagner, en su ciclo de óperas "El anillo del nibelungo", dedicó la segunda a la valkiria Brunilda, quien incumplió una única vez su cometido portador de muerte, lo que le valió un duro castigo.
En el III Reich, en la Alemania gobernada por los nazis, Hitler contaba con unas fuerzas militares especiales destinadas a proteger y defender el régimen y asegurarse su continuidad en el caso de que el propio Führer cayera. Se trataba de la "Operación Valkiria". Independiente de las SS, tenía poder para actuar por su cuenta en caso de que la vida de Hitler sufriera algún atentado mortal.
Hubo oficiales alemanes que se sentían avergonzados de pertenecer a una Alemania degradada por el nacionalsocialismo, y que percibieron esa facción especial del ejército como un punto flaco que podrían aprovechar para hacerse con el control y anular a los nazis. Y para ello el primer paso era asegurarse de que podían manipular "Valkiria". El segundo paso era matar a Hitler. El tercero, desplegar las fuerzas especiales, repartidas por una serie de puntos estratégicos de Alemania y Europa, y reducir a las SS.
En aquellos tiempos, ser alemán y no ser nazi debía de ser muy, muy difícil, y peligroso. Pero había unos cuantos, quizás bastantes, que no lo eran. Y de ellos, no muchos tuvieron las agallas suficientes para actuar.
Los que llevaron adelante la truncada "Operación Valkiria" las tuvieron.
Lo que no ha tenido tantas agallas, o sencillamente ha tenido poco empuje, es este drama de Bryan Singer, correcto, pero no destacable entre las muchas obras que tratan el tema de la Segunda Guerra Mundial. Una fórmula muchas veces vista en este tipo de tramas de intrigas y altas traiciones, que no posee la capacidad de engancharme ni de implicarme emocionalmente.
Si las valkirias existieran, ahora todos aquellos oficiales estarían en la mitológica residencia Vingólf, descansando y recuperándose de sus heridas letales, atendidos por una legión de mujeres hermosas tan atrayentes como temibles.
Vivoleyendo
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