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Voto de Vivoleyendo:
9
Romance. Drama En la China rural de los años veinte, un hombre mayor, propietario de una tintorería, compra a Ju Dou, una joven campesina, con la esperanza de que le dé un descendiente varón. Se niega a aceptar que es impotente y paga sus frustraciones con ella, golpeándola constantemente. Un sobrino del hombre, que vive en la misma hacienda que la pareja, es testigo mudo de la situación hasta que intenta consolar a Ju Dou y entre ambos surge un amor ... [+]
19 de enero de 2008
34 de 37 usuarios han encontrado esta crítica útil
Mucho antes de que las maravillas cinematográficas de Yimou fuesen impulsadas plenamente al mercado occidental, este consumado director se había dedicado de pleno a retratar la China profunda de principios del siglo XX en diversos dramas dotados de una calidad impresionante. Sus películas de finales de los 80 y de la década de los 90 suponen una exhaustiva, veraz, bella y cruda mirada a los diversos sectores sociales de la gente corriente, a sus formas de vida, sus costumbres y sus tradiciones. Antes de su reciente época de artes marciales, leyendas antiguas y rimbombantes y escenarios palaciegos pomposos hasta la saturación, Yimou nos había plantado delante de los ojos la vida pura y dura sin florituras.
En "Ju Dou, semilla de crisantemo", afronta la temática de las jóvenes que se veían obligadas a casarse por conveniencia (temática a la que ya había recurrido en "Sorgo rojo" y a la que volvería a recurrir en "La linterna roja", aunque siempre desarrollando distintos matices), muchas de las cuales quedaban lastradas de por vida en un matrimonio cruel, si tenían la mala suerte de que el marido fuese un hombre déspota y violento. A Ju Dou, una muchacha dulce y bella en la flor de su juventud, la han cargado con esa losa. Pero muchas veces el destino ofrece vías de escape, ciertas compensaciones al sufrimiento, y ella las encuentra en un amor que está sentenciado a la imposibilidad de salir a la luz. En la cerrada sociedad en la que habita, el honor de la familia, la veneración a los ancestros, la estricta observancia de la decencia y la conservación de las tradiciones es un peso que los infieles enamorados siempre tendrán que sobrellevar.
Todos los actos tienen consecuencias y la felicidad más pura es efímera, sobre todo si el entorno se confabula para impedir que dicha felicidad se libere de sus cadenas.
Intenso drama romántico, sensual, doloroso y cargado de tensión, en el que todo termina obteniendo su castigo.
De nuevo el gusto de Yimou por contrastar los tonos ordinarios con colores chillones que son todo un regalo para la vista. De nuevo la estupenda ambientación de las típicas aldeas rurales, de las viviendas, de las calles. De nuevo somos testigos de los quehaceres diarios, de las costumbres, de las creencias y de las tradiciones. Tal vez sean todos esos rasgos del Yimou que muestra al pueblo llano, todos esos rasgos universales que hallan un eco común en todas partes, los que convierten estas obras del séptimo arte en algo tan cercano y emocionante, y los que las elevan al pedestal de los pequeños pero grandiosos prodigios que no se merecen quedar relegados al olvido ni a la indiferencia.
Gracias una vez más, Yimou, por todo lo que me has enseñado.
Vivoleyendo
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