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Voto de Vivoleyendo:
7
Ciencia ficción. Fantástico. Aventuras Desde una galaxia remota, un recién nacido es enviado por sus padres al espacio debido a la inminente destrucción del planeta donde viven. La nave aterriza en la Tierra, y el niño es adoptado por unos granjeros que le inculcan los mejores valores humanos. Con los años, el joven se irá a Metrópolis y allí usará sus poderes sobrenaturales para luchar contra el mal. (FILMAFFINITY)
5 de julio de 2007
34 de 37 usuarios han encontrado esta crítica útil
No entraré mucho en consideraciones sobre todo el apartado técnico de esta película, aunque sí señalaré que la fotografía es muy buena (espectaculares las imágenes aéreas cuando Supermán vuela sobre Nueva York y otros lugares y las imágenes del espacio, incluyendo la estupenda recreación del planeta Kripton); los efectos especiales son muy respetables; la conocida banda sonora es espectacular... Las actuaciones no son una maravilla, pero están bastante correctas. A destacar la solemne aparición de Marlon Brando como el verdadero padre de Supermán.
Dejando aparte estos aspectos ya de por sí aceptables, lo que hace que esta película posea esa pátina especial es que se convirtió en todo un mito en el cine de ciencia-ficción y aventuras. En una década en la que empezaban a despuntar grandes sagas y series espaciales (Star Wars, Star Trek...), Supermán no se quedó atrás y se granjeó un puesto de honor entre las películas de este género más taquilleras y que marcaron un hito en su tiempo, un hito que continuó y se mantuvo a lo largo del tiempo, hasta hoy.
Supermán es uno de esos clásicos que varias generaciones llevamos viendo (las generaciones de los 70, los que éramos niños en los 80, incluso en los 90 se mantuvo su popularidad y ya en el nuevo milenio se la sigue venerando). Para los que la vimos por primera vez hace más de veinte años, esta película se convirtió en un sentimiento colectivo. Más allá de nuestra razón, más allá del análisis objetivo de sus cualidades, Supermán se hizo un hueco en nuestro subconsciente, en nuestro corazón, en nuestros sueños. En su día, todos quisimos ser como él, todos quisimos ponernos una capa roja y volar como él lo hacía, y tener su fuerza, y quisimos ser superhéroes como él para salvar el mundo. La sensación de libertad, de poder, era demasiado atractiva para que la ignorásemos. Pero, además, la sencillez del personaje, que tan normal y patoso es cuando adopta su identidad humana (Clark Kent), nos llegaba y nos conmovía y conseguía que nos identificáramos con sus torpezas e incluso con su incapacidad para declararse a la chica que le gustaba. Y cuando se transformaba en Supermán y cobraba esa seguridad en sí mismo, reunía todas las cualidades que todos anhelábamos poseer.
Por lo tanto, esta película forma parte de mis sueños de niña y me resulta imposible desligarla de esos sentimientos tan profundos que causan ciertas películas que nos marcan en nuestra infancia.
Vivoleyendo
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