Nada más empezar el corto vemos que el protagonista sufre recordando su infancia, feliz pero a la que no puede volver. La sociedad en la que vive es triste, gris y apagada, pero vemos que hay varios carteles publicitarios en la ciudad del protagonista en la que pone "happy", un producto que permite a la gente evadirse de la vida. El protagonista trabaja en la cadena de montaje de "happy", junto a sus tristes compañeros, que están bajo la incesante mirada de su jefe.

Una vida nada que ver con su feliz infancia, por lo que nuestro protagonista, cuyo nombre desconocemos, está intentado inventar unas gafas que le permitan volver a ella y evadirse de su realidad. Hasta aquí yo veo una pregunta que hace Mark Osborne a aquel que vea su cortometraje: ¿Porqué, si el ser humano busca la felicidad a través de la alegría, tenemos que olvidarla?¿Porqué no podemos quedarnos en una infancia eterna, en la que la alegría nos domine, y podamos ser felices?

La respuesta de muchos será: porque tenemos que ganarnos la vida, porque vivimos en un mundo en el que hay que trabajar aunque no te guste tu trabajo. Y he aquí el primer mensaje de la película: trabaja en aquello que te haga feliz, no te conformes ni busques un sueldo alto a cambio de tu felicidad.

No obstante, no es el único mensaje que encontramos en el corto. El siguiente es una dura crítica al capitalismo: ¿Porqué existe este sistema económico que nos hace trabajar a pesar de nuestra felicidad, y que nos obliga a consumir aquello que es fruto de nuestro trabajo?¿Que sentido tiene vivir en una sociedad infeliz que busca la felicidad a través del ocio y la evasión de su propio mundo?¿No deberíamos ser felices con la vivencia en nuestro mundo sin buscar evasión de este? No creo que intente vendernos el comunismo, pero desde luego esta crítica al capitalismo más puro está de forma subliminal en el corto.

Y llegamos al desenlace del corto, con el éxito del protagonista al inventar un producto que distorsiona la realidad y que hace feliz a los demás. Sin embargo, vemos el brutal cambio que ha dado el protagonista, convirtiéndose en el jefe que antes tanto odiaba, pero con sus gafas de evasión, las cuales aparentemente le vuelven feliz pero le hacen perder la nostalgia que tenía por su infancia, y su propio alma: Hay que vivir en nuestro mundo, no tenemos que evadirnos de él, sino simplemente ser felices en él.

Al final vemos a unos niños que están jugando en un gira gira tal y como él hacía de pequeño. Es posible que esto nos muestre que alguno de esos niños va a reemplazarle al inventar un producto mejor, un producto más (more), que le acabe sustituyendo al igual que él hizo con su jefe.

Es impresionante como en tan solo 6 minutos de corto se nos cuente una historia, con moralejas y mensajes, mostrándonos el impacto de la infancia en todos nosotros, y como ambicionamos volver a aquellos tiempos en los que eramos felices sin más, tiempos que tenemos que olvidar al madurar, en los que la emoción de la alegría reduce su protagonismo por desgracia nuestra.

Por ahora solo he calificado con un 10 a "Los Simpsons", "Inside out" (o Del Revés en España), y a este cortometraje. Son en mi opinión las obras que se merecen esta valoración como ninguna otra, y este corto y "Inside out" por el mensaje que nos proporciona, el cual coincide: La pérdida del protagonismo de la alegría según crecemos y maduramos.

P.D. New Order encaja como anillo al dedo de banda sonora del cortometraje.

10 de 10.