Tenía 18 años menos cuando la vi por primera vez. Ya entonces aluciné, me quedé pegada al sillón y lloré con esas dos manos enlazadas y ese coche volando...
Hoy vuelvo a lo mismo pero más. Creo que no le falta de nada para sacar a pasear al sentimiento y dejarnos admirados.
Geniales Susan y Geena y todos y cada uno del resto. Convincente incluso en sus extremos y para mí, el mensaje es más profundo que atacar al género masculino sexualmente, creo que es un grito ante la falta de amor, comunicación, estereotipos del ser humano...
No es tan extraña la decisión final. Al contrario, dado el devenir de "la pareja" que arrostra papeles cada vez más extremos, y dada su proyección sicológica, su cansancio y su íntima comprensión, me parece lo más acorde con toda la trayectoria.
Una obra de arte.