Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Karlés Llord:
6
Terror. Thriller. Drama Un psicólogo, que quiere ayudar a su mujer a superar la muerte de su hijo en un accidente, decide llevarla a una cabaña perdida en medio de un bosque, donde ella había pasado el último verano con el niño. Sin embargo, la terapia no funciona, y tanto ella como la naturaleza empiezan a comportarse de un modo extraño. (FILMAFFINITY)
2 de abril de 2010
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
A veces siento que hay cineastas que están en contra de la existencia del ser humano sobre este planeta. Hay artistas que cantan no solo la muerte, que es renovación, sino la devastación, que es negatividad pura. Yo creo en un arte que le quite a la muerte sus grilletes corruptores, pero la devastación es otra cosa. La devastación es un sentimiento extraartístico, una estocada mortal al instinto de vida, y los gobiernos deberían encerrar a quienes la practican. Lars von Trier no debería estar suelto por las calles de este planeta.

A mi juicio, el nivel de fascinación de una película es una ecuación mágica, resultante del equilibrio entre el espacio de misterio que abre y la porción que muestra de ese mismo misterio. Una película sin misterio es como un esqueleto sin carne, y un misterio sobreexpuesto es como un pavo al horno chamuscado. Lograr crear un espacio misterioso, y mostrarnos de él apenas lo necesario para que imaginemos todo lo demás, es propio de un artista mayor. Por eso, aunque sé que “Anticristo” será uno de los grandes clásicos del cine de terror del futuro, quedará como documento para debatir acerca de los límites del arte. No del arte en cuanto a creación, pues cada quien es libre de crear lo que se le antoje; me refiero al arte en cuanto “instrumento”: no deberían las manifestaciones devastadoras exhibirse en los cuatro puntos del orbe, si todavía queremos salvar algo de conciencia de especie, conciencia estética y conciencia del intenso misterio de la existencia, tal como podemos apreciarlas en las películas de Andrei Tarkovski, a quien está dedicada esta película.

Hasta la hora con cinco minutos, me fascinó “Anticristo”. David Lynch y Tarkovski combinados, algo inusual, que roza los límites del milagro. De ahí en adelante, pulsé nervioso el control remoto buscando grietas de cordura entre tanto destrozo. No, más bien busqué grietas de vida, grietas-Tarkovski o grietas-Lynch entre tanta devastación inconsciente.

Los primeros 60 o 70 minutos, los vi varias veces antes de internarme en una selva de efectismo gratuito. Creo que una rosca se le soltó a Trier y su equipo pasada esa frontera. Lástima, porque la primera parte de la película es del mejor cine que he paladeado en mi vida. Es –zorro hablante incluido- un alarde de tensión e imagen, de parte de un virtuoso del sonido, de la perspectiva y del espacio (un músico-pintor-filósofo de indescriptible genio).

(sigue en spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Karlés Llord
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow