Una entretenida comedia con un guión lo suficientemente original para mantener atento al espectador durante todo el metraje. Película independiente co-escrita por el protagonista del filme, el inglés Simon Pegg y el joven director Edgar Wright, quienes lograron ganar el premio a mejor guión en los Premios de Cine Independiente británicos. Y en verdad que la propuesta es muy divertida e ingeniosa, llena de ratos cómicos alternados con una historia de amor en el medio del caos imperante y de un ritmo vertiginoso que no da tregua en ningún momento. El filme es bizarro, tiene muchos momentos y situaciones que dan prueba de ello, como las conductas de los protagonistas, las acciones llevadas a cabo, el tenor de las circunstancias que hacen que la cinta sea excéntrica por sobre todas las cosas, disparatada, desvergonzada e irreverente. Puedo asegurar que si bien tiene un humor que no es para cualquier paladar, el filme no decae en ningún momento y a medida que transcurre la trama, cada vez más nos vamos sumergiendo en un mundillo de ocurrentes alternativas teñidas del más absoluto desparpajo.
Si bien los creadores de esta comedia negra niegan que sea una parodia al cine de muertos vivientes, la película logra generar una atmósfera bastante distendida donde nos reímos indefectiblemente de conceptos tales como los que traía el clásico de George Romero. Según mi opinión, la película funciona muy bien como sátira sobre filmes de zombies con un humor bastante chabacano pero sin caer en el mal gusto.
Los aspectos técnicos del filme están muy bien conseguidos, la fotografía me sorprendió gratamente, así como algunos ambientes muy bien logrados que sirven de escenario para desarrollar una trama solazada, con muchos momentos graciosos que hacen ameno el visionar esta comedia que rompe con los moldes preestablecidos.
Musicalmente hablando, la cinta posee gratos momentos donde suenan algunos temas tales como "If You Leave Me Now" de Chicago y un par de temas de Queen en unas escenas memorables.
También es menester destacar la actuación de Nick Frost en un personaje muy simpático y grosero, quien acompaña perfectamente a Pegg en el dúo protagónico y si todo esto no es suficiente, hay que recomendar al menos la belleza física de la inglesa Kate Ashfield, quien constituye un elemento más que sugerente para la platea masculina.
En fin, un interesante filme que cumple con el desafío de hacer reír con conceptos propios del género de horror, lo cual se logra gracias a un guión osado y descabezado que nos hace bien llevadero el visionado.