Lo primero que hay que decir es que la historia de “El reptil” es demasiado inverosímil, rebuscada, artificiosa y simplona como para estimular al espectador.

Se nos habla de una antigua maldición oriental que ha sido llevada a un desolado pueblo inglés por un enigmático doctor en teología y su hija. Los lugareños van muriendo uno a uno y la gente piensa que se trata de la peste negra que va contagiándose de persona a persona. Pero lo que desconocen es que hay un oscuro secreto que se esconde detrás de las apariencias…

Como dije, la trama es demasiado improvisada y rústica en su confección. Eso hace que la cinta no prospere demasiado en intensidad y que no terminemos por tomarnos muy en serio las circunstancias que se nos cuentan.

Pero al menos el filme no aburre ya que la cinta se presenta dinámica y entretenida en su desarrollo narrativo. Además la historia está enmarcada en una sugerente campiña con un misterioso cementerio, intrigantes casonas aisladas de todo y un pueblucho de mala muerte donde se cree que existe una peste que está diezmando a la población.

Los personajes van y vienen de un lugar a otro tratando de descubrir el origen de las extrañas muertes que se están sucediendo, y es ese dinamismo lo que al menos nos mantiene entretenidos.

Pero todo lo demás es demasiado rudimentario y grotesco como para estimular a la platea.

En fin, es una regular opción de terror a la que le hubiera hecho falta un entramado narrativo mucho mejor elucubrado como para seducir al espectador. El maquillaje y los arreglos visuales tampoco están demasiado logrados en este filme.

No es recomendable si uno se detiene a analizar en detenimiento la trama, aunque puede que al menos sea entretenida para aquellos que se conformen con una oferta dinámica contextualizada dentro de sugerentes escenarios agrestes.