Pionera en comedias disparatadas, donde el humor es fácil gracias a la búsqueda de lo absurdo y ridículo. La premisa es clara: a más improvisación, incoherencia y tosquedad, indefectiblemente implica más carcajadas para un público predispuesto a ello.
Situaciones llenas de ironías y sarcasmos, humor obsceno y vulgar de a ratos y circunstancias grotescas que por allí rozan el mal gusto. Allí, en el terreno de lo inelegante, este filme se hace efectivo. Repleto de gags paródicos y situaciones donde el sin-sentido cobra vital importancia y marca el tenor y el tipo de humor muy disparatado y ocurrente. Por allí verla hoy día signifique encontrarle algún tipo de caducidad en su humor, pero quién puede negar lo que este filme significó para los espectadores que no estaban acostumbrados a ello? Indiscutiblemente que luego perfeccionarían la técnica y la calidad en este subgénero de comedias absurdas y se harían cintas más categóricas y elaboradas, pero sin dudas que ésta ha allanado el camino a esas posteriores emulaciones con pequeñas variaciones.
Para destacar además de su contundencia sarcástica: la música que funciona por contraste: aplicando sobriedad en momentos disparatados y viceversa, y la siempre grata presencia escénica de Leslie Nielsen en la mejor actuación cómica de la película.