Un thriller psicológico de terror basado en la sugerencia más que en la explicitud, con un sugestivo manejo de cámaras para crear una atmósfera opresiva donde la amenaza se cierne en forma tácita ya que se insinúa pero no se muestra.

La historia es simple, y pasa por mostrarnos cómo una jovencita no vidente se encuentra a merced de un psicópata asesino en una casona en el medio del campo.

A la cinta le cuesta arrancar, ya que al principio se realiza una descripción de los personajes y de su cotidianeidad de vida, para luego sí plantearse el conflicto donde aparece el terror, con muchas situaciones en donde el miedo aparece frente a la posibilidad de un ataque sorpresivo ante la despareja circunstancia que comprende la medición de fuerzas entre un maniaco y una joven ciega que se encuentra desprotegida.

Es un claro ejercicio de suspense psicológico, con una convincente actuación de Mia Farrow y una atrapante atmósfera propia de las que surgen de las locaciones fílmicas en los interiores de una casona y las de los bosques circundantes donde se da cita una cacería humana que obligará a la supervivencia del más débil y desprotegido.

Una pena que a la cinta le cueste arrancar en intensidad y que en su desenlace las circunstancias se tornen demasiado abruptas e improvisadas, ya que a grandes rasgos es una interesante cinta sobre el terror que se propone mediante insinuaciones con fuerte base psicológica y un clima malsano cercano al slasher.