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Kirguistán Kirguistán · Bishkek
Voto de Esteban Belén:
10
Serie de TV. Comedia. Fantástico Serie de TV (1990-1992). 35 episodios. Chris Peterson (Chris Elliott) aún es repartidor de periódicos con más de 30 años. Sus padres (que siempre van en bata) le odian, y están deseando que se independice. En cada capítulo, Chris se ve envuelto en las más surrealistas aventuras: desde participar en el concurso mundial de deletrear palabras hasta hacerse con un extraterrestre como mascota, pasando por fabricarse un zumo para viajar por ... [+]
3 de febrero de 2011
13 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me alegro de haberla visto en su día porque si la viese ahora, llegando a ella a través de los comentarios de la peña, quizás me dejase llevar por la estupendez y me pusiera hipercrítico, para pasar a engrosar la lista de los patéticos de "Está Sobrevalorada".
Chris no es un estúpido cualquiera; es tan estúpido que puede llegar a olvidarse de cómo se abre la puerta de su casa. Pero es una estupidez genial. Si quitas la genialidad y dejas sólo la estupidez, te queda esa copia barata llamada "Freddy el Colgao". Pero Chris Peterson es mucho más que eso.
Una visita al parque de atracciones, una mariscada, una obra de teatro, o la simple compra de un reloj desemboca en un episodio desternillante de principio a fin. No hay moraleja (salvo que sea ridícula) ni mensaje ni nada; incluso las puyas, que las hay, están supeditadas a la mayor gloria del más puro sinsentido.
Disfruta el episodio en el que a Chris, en plenos 30 años, le llega el submarino de juguete que había pedido por correo en su infancia y su delirante (e hilarante) conclusión, por ejemplo. O del paroxismo que hemos sentido de críos ante "la gente que usa herramientas" en Los Obreros de la Construcción, llevado hasta nuevos límites. No hay ningún mal episodio.
Pero, sobre todo, intenta verla sin prejuicios y sin esperar nada. Si acaso procura conectar con su humor con algo de complicidad. Complicidad estúpida, claro, en el mejor sentido de la estupidez.
No olvidemos a los secundarios; la imprescindible Sharon, Larry, los descojonantes padres de Peter, el expolicía que le alquilaba el garaje... Ni tampoco el extraordinario doblaje.
Después pusieron otra memorable oda al humor absurdo y al disparate, Deja la Sangre Correr.
Grandes momentos de risas nos dio el abierto del Canal + en los mediodías de aquellos años, hace ya cerca de 20.
Esteban Belén
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