Attack on Titan, la serie sensación del 2013, donde los últimos vestigios de la raza humana viven en una abadía fortificada, resguardados por enormes muros de 50 metros de alto para protegerse de un traumatico evento ocurrido hace 100 años y que cambio para siempre la vida de la especie: La aparición súbita de enormes gigantes, hombres y mujeres desnudos, hambriento de carne fresca.

Adoptando a los fans desamparados de Death Note, esta serie que sigue fielmente al manga del cual esta basado (y con una banda sonora bastante épica), va dirigida a ese publico extraño de alma oscura, de jóvenes y adultos adolescentes que buscan emociones y tensión en ambientes poco confiables. Donde el principal, único misterio y enganche es "¿de donde, como, porque aparecen estos malditos gigantes??" en una estética medieval con artilugios cyberpunk.

Correctamente animado y donde la secuencias de acción son el show principal, esta serie de acción y horror tiene muy poco de ello en cada episodio pues las situaciones se alargan demasiado con dramas baratos (poco elaborados), diálogos que solo repasan lo que ya suponías y una sobre reacción a cada instante de cada personaje (aporte de un director sensacionalista) lo que le quita algo de credibilidad, forman parte de los pecados del animé promedio que se marcan aquí:

La serie cuenta entonces con los típicos clichés del animé, con un personaje noble y entusiasta como protagonista (no olvidemos que es un shonen) que tendrá que afrontar enemigos gigantes de todo tipo uno mas fuerte que el otro para cumplir su sueño y un abanico de personajes estereotipados que lo secundan que no afectaran en nada los sucesos, que estarán por acontecer en su camino y que no pasa nada en segundo plano, lo que parece ser un mundo construido solo a la disposición de nuestro personaje principal.

Y, obviamente, al ser un anime, también cuenta con ese universo técnico de trajes elaborados pero absurdos, planos estructurales, mapas de la abadía, reglas explicitas y nombres especiales para cada cosa, que poco aportan a la historia, cuando te lo explican todo a cada instante sin que te permitan pensar por ti mismo y sacar tus propias conclusiones, al final estos datos y elementos solo sirven para el marketing de objetos y figurillas que tanto fascina a los otakus, pero que poco aportan a la historia.

Y es que cuando la supuesta "profundidad psicológica" se retrata en una milicia entrenada durante años para proteger que resultan ser tan cobarde como el mas frágil de los campesinos y donde todo se dice en un tono de tragedia forzada hasta mas no poder, es imposible creer que estos personajes sean reales (increíble que esta gente sea tan lastimera y aun no se suicide!). Estos aspectos resultan ser planos en el sentido de monotonía en torno a como reaccionan a las situaciones. Una marcada falta de naturalidad que le resta mucho de ser si pretende demostrar algún aspecto profundo de esta serie. Pero lo que le falta en guión le sobra en acción sinsentido, así que resulta entretenido en ese aspecto.

Si quiere verla le recomiendo obviar esas partes innecesarias y repetitivas, póngale el botón de adelantar, haga lo mismo con naruto, death note, y un largo etc.. y notara como el real argumento del episodio no superan los 10 minutos de material.

Efectista, si. Entretenida, depende. Pero no cabe duda de que es la serie que a dado que hablar este 2013, tanto como lo a sido Los juegos del Hambre para el cine. Lo que no lo hace ser la mejor serie animada de la historia ni por lejos.