Increíble la escena, cuando llaman a la puerta para cantar el villancico y justo detrás pero sin que lo vean desde fuera nos encontramos al novio, sentado todavía en la silla y sin prácticamente cabeza.
Ese Miller, haciendo un extraordinario papel. Cuando digo que empatizas con el personaje es porque al principio me daba penita. Un chaval de 11 años, enamorado de su canguro y queriendo salvarla de todo. Gran giro cuando se descubre que todo es una broma pesada entre Miller y Oxenbould. Miller, que de repente se convierte en "el gran psicópata americano", en plan Split. Pensé que ese doble papel era casi imposible para alguien que no fuera McAvoy.
Miller, convenciendo a ese "estúpido ex" para que le escriba unas palabras bonitas a la chica...yo pensaba...¡Sí que tiene que ser tonto, es un crío de 11 años, ¡entra y que le den por saco!, no sabía si reír o llorar en esa escena.
Llega un momento en el que empiezas a preguntarte qué pasa al principio de la media hora ya que la canguro no es muy silenciosa precisamente (hablan y susurran en el armario, suben al desván y ella grita como una posesa por una araña, ruidos en la escalera...) vamos, que algo te hueles.
Para terminar, he disfrutado mucho del visionado y os la recomiendo.