Superando el hecho de que el enamoramiento platónico de Javier Fesser por Filemón le lleva a hacer uno de los openings oníricos más alargados que, por fortuna, nunca volveremos a ver en una adaptación a la gran pantalla de los personajes del genial Francisco Ibáñez, "Mortadelo y Filemón contra Jimmy el Cachondo" es una aventura de los inefables agentes de la TIA que se ve con agrado.

Irregular y descompensada, la aventura tiene aciertos como la idea de que Mortadelo y Filemón introduzcan a un testigo protegido en una clara parodia de "Gran Hermano", además de usarse con tino a otros iconos del creador, como Rompetechos, cuya llegada salva buena parte del apresurado desenlace final (todo fuera por dedicarle toda la atención del mundo al sueño del origen).

A nivel de doblaje, me gustaría partir una lanza a favor de un desaprovechado Kara Lejalde, perfecto para clavar el siempre difícil tono del siempre cambiante amigo de los disfraces. Mariano Venancio pone su potente tono para el Superintendente Vicente, quien tiene uno de los mejores diálogos por su sensibilidad a la hora de ver programas de cerámica.

Se ve y olvida con mucha facilidad, pero, más allá de sus carencias, que son reales, tiene el regusto de habernos devuelto a la animación al dueto más mítico de las viñetas españolas.

Y eso, ya merece una ovatio.