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España España · Córdoba
Voto de El Libanés:
6
Thriller. Acción. Drama Año 1987. La ciudad de Sevilla se prepara para acoger la Expo del 92. Ángel (Mario Casas), un joven inteligente y ambicioso, aspira a ser inspector de policía, y entró en el cuerpo intentando respetar la ley. Rafael (Antonio de la Torre), en cambio, es un policía expeditivo, contundente y arrogante. Junto con Miguel (José Manuel Poga) y Mateo (Joaquín Núñez) forman el Grupo 7, un conjunto de policías sin escrúpulos, dispuestos a todo ... [+]
17 de abril de 2012
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Alberto Rodríguez se sumerge con su usual buen estilo de narración (amparado en un guión de Cobos) para remontarse a finales de los 80, algo que, en el clima de crisis en que nos movemos, casi podría parecer ejercicio de nostalgia, aunque la Sevilla pre-expo 92 que nos presenta es un nido de corrupción, drogas y polis duros capaces de cruzar la frontera de lo políticamente correcto, casi fusionándose con los métodos de los delincuentes a los que dan caza.

A pesar de que se repiten muchos tópicos del género (poli idealista que se verá puesto a prueba, poli duro que tiene su corazoncito, la sufrida esposa del primero, la amante adicta del segundo...), la cinta tiene el mérito de estar bien narrada y sumergirse en la esencia hispalense, sin querer imitar modelos de fuera, teniendo en sus secundarios uno de los puntos fuertes del casting, siendo muy reales.

Buscando la popularidad en taquilla y el público juvenil, no sorprende la elección de Mario Casos como el principal protagonista, teniendo momentos heterogéneos. No es, ni mucho menos, su peor trabajo, aunque precisamente por su juventud cuesta verle en ese papel de curtido detective y líder de un grupo tan violento y complicado. Distinto es el caso de Antonio de la Torre, con un gran lenguaje para esos tipos violentos y de escasas palabras, corriendo solamente la preocupación de que este magnífico actor terminé encasillado en ese rol por el talento que para él demuestra.

Verdaderos hallazgos en los secundarios son Joaquín Núñez y José Manuel Poga, creíbles y eficaces, complejamente humanos y con una tonalidad gris que ayuda al ritmo triste del film, en una espiral de violencia que se va complicando. Lamentablemente, los roles femeninos principales están tristemente estereotipados, cumpliendo funciones muy básicas y dependientes de los masculinos, sin llegar a desarrollar su arco.

Con todo, una cinta a destacar dentro del panorama nacional, con su personalidad y dosis de originalidad, no podemos pedir más.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
El Libanés
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