La mejor demostración de que esta película mexicana cumple sus objetivos es el hecho de que los sectores más conservadores se sintieron indignados ante su forma de enfocar las debilidades más humanas de los hombres de Dios; a la par que los más progresistas la acusaron de ser timorata y no tirar de la manta.

"El crimen del padre Amaro" es una historia bien contada y donde no hay ni buenos ni malos. Personajes como el que tan maravillosamente encarna Sancho Gracia, no son fácilmente clasificables como personas. No estamos ante un folletín o un lavado de cara, es simplemente la historia de un chico llamado Amaro y sus dudas, entre la pasión y la comodidad que le da su puesto en un mundo turbulento.

La trama tiene una madurez muy buena. Los amoríos no son para siempre y cada uno va a la suya, Gael García Bernal crea a un padrecito muy curioso, que provoca la complicidad del espectador, pero también su repulsa. El resto del reparto, también está muy solvente en su función, aunque tenga un desenlace algo apresurado.

En conclusión, una cinta aceptablemente contundente y sin pretensiones de moralizar o de crear un mundo en blanco y negro. Mucho mejor así. Lo agradecemos. Amén.