Tras la tibia acogida y alguna crítica con la que fueron acogidos los dos últimos filmes del universo superheroico de DC ("Superman" y "Batman contra Superman"), muchas miradas se colocaron suplicantes ante un proyecto que parecía menor en el ambicioso plan cinematográfico de la compañía: Escuadrón Suicida. Conforme avanzaban las noticias y se confirmaba un excelente casting, no pocos empezaron a ver a estos forajidos como una ayuda similar a la que "Deadpool" ha supuesto para la franquicia mutante.

Con un opening excelente para presentar a los poco agradables inquilinos de Arkham, acompañados de temas musicales inmejorables, las expectativas se disparan de una manera clara. Algunos flashbacks de altura para presentar cómo el nuevo Batman de Ben Affleck encarceló a buena parte de esta tropa de indeseables, solamente confirman esa percepción. Desafortunadamente, hay varias consideraciones que impiden que el escuadrón alcance las tierras prometidas que se le presuponían.

En primer lugar, el film de David Ayer está salvajemente mutilado en una de sus partes más importantes: la tormentosa relación Joker-Harley, simplificada hasta el exceso. Por fortuna para la chica del Joker, Margot Robbie pone presencia y arte para parecer una criatura del dibujo de Bruce Timm que ha tomado vida propia. El Joker de Jared Leto ha corrido todavía peor parte por varios factores. El principal de ellos es la absurda pero inevitable comparación de la interpretación del payaso del crimen por parte del Heath Ledger más carismático. En segundo, una gran abundancia de escenas cortadas. Sumen a ello que el doblaje en castellano se ha orientado por unos derroteros muy particulares.

Superado ese hecho, nada impide disfrutar de una peli del prolífico género más. Ni mejor ni peor. Es cierto que no ha supuesto ninguna panacea, pero ha sido despellajada salvajemente por algunos clichés y fórmulas que muchas compañeras de cartelera han efectuado de manera indemne. Tiene momentos divertidos y más oscuros, logrando no hacerse pesada.

La búsqueda de una calificación que abarcase a más público provoca que, de repente, esta cuadrilla de almas perdidas decidan hacerse amigos del alma sin otra explicación lógica que su bipolaridad. Más recomendable en ese sentido es el film de animación "Asalto a Arkham", aunque, insisto, no estamos bajo ningún concepto ante una mala película.

Resaltar también el sobresaliente desempeñó de Will Smith como Deadshot y la buena noticia de ese posible año uno de Harley como secuela tras la buena acogida en taquillas de estos kamikazes puestos con excesiva rapidez ante el pelotón de fusilamiento.

Merece una oportunidad.