Cuando Stan Lee decidió crear "Los Vengadores" allá por la década de los 60 del siglo pasado, simplemente buscaba emular para su Marvel el éxito de ventas de la Liga de La Justicia, agrupación de súper-héroes de la compañía DC Cómics. Con los increíbles lápices de Jack Kirby, la serie no era tampoco lo más innovador del mundo, pero funcionaba muy bien en ventas.

A lo largo de los años, alternando etapas más flojas con otras muy inspiradas (Roger Stern, Byrne, Buscema, la saga de Korvac, Kurt Busiek y George Pérez...), la colección basa su atractivo dentro del género súper-heroico por el enorme poder de sus protagonistas, que fuerza a los guionistas y dibujantes a conjurar amenazas absolutamente hiperbólicas para justificar que puedan hacer sentirse a dioses nórdicos y caballeros enlatados en tecnología punta, bajo riesgo.

Joss Whedon acepta el reto y las esperanzas de la compañía (cameo de Stan Lee bastante gracioso incluido), para embarcarse en un taquillazo que ya ha sido sembrado en las películas de Iron Man, Hulk y Capitán América, de calidad heterogénea. Con el nexo común del personaje de Nick Furia (interpretado por el carismático Samuel L.Jackson), la organización Shield, preveyendo una gran amenaza, ha empezado a mover sus hilos para agrupar a los que serían los héroes más poderosos de La Tierra.

Homenajeando el primer número original de la serie, la película coincide en emplear al asgardiano Loki (un Tom Hiddleston que aquí lo hace notablemente bien), deidad del engaño, como el elemento de unión cuyas maquinaciones provocarán el surgimiento de esta peculiar alineación de héroes. Con un rápido opening (donde cada escena casi parece el clímax de otra cinta de acción, importando más bien poco los restantes elementos de la trama), es una montaña rusa.

Con un atinadísimo Robert Downey Junior que parece haber nacido para hacer a Tony Stark, también hay que resaltar a un Mark Ruffalo que logra superar el reto de encarnar al gigante esmeralda que ya habían representado Eric Bana y Edward Norton. Chris Hemsworth da totalmente la apariencia física de Thor, aunque parezca en algunas circunstancias más limitado en los diálogos shakespirianos de la etapa clásica del hijo de Odín.

Otros como Scarlett Johansson o Jeremy Renner juegan con la desventaja de no haber tenido película previa, aunque hacen un más que digno papel y Wheldon y su equipo cronometran hasta el último instante para repartir responsabilidades entre todos ellos, en ocasiones incluso rizando el rizo y confirmando la tendencia norteamericana de que si algún día nos invaden las hordas de la muerte, New York será el punto de arranque.

Con todo, Los Vengadores funciona de una forma espectacular que es digna de verse en una pantalla grande, atrayendo al niño que todos llevamos dentro, ése que también hubiera juntado los cromos del Capitán América (más que correcto Chris Evans).

Los seguidores de la colección clásica la disfrutarán.