Personalmente, poco me puede interesar por sí mismo el mundo de los moteros. Sin embargo, "Hijos de la anarquía" sobrepasa el límite de hablar de un tema tan específico en una ciudad ficticia de California. Kurt Sutter y su equipo sorprenden con el complejo protagonista interpretado por Charlie Hunnam, a quien le llegado la hora de un nuevo comienzo, aunque, como bien sabía Carlito Brigante, nada de eso es fácil.

Un casting a prueba de bomba le acompaña. Destacaría la compleja e interesante relación de los personajes de Ron Perlman y Katey Sagal, padrastro y madre de Jack Teller, haciendo una revisión del mito de Hamlet con chupas de cuero que el propio Shakespeare hubiera dado por valida en ese contexto. Los secundarios están a una altura muy elevada, siendo todos interesantes, muy bien caracterizados y con una personalidad tan propia que, aunque salgan poco, cuando lo hacen tienen todos los focos.

El programa tiene alguna temporada que oscila demasiado en la frontera con el culebrón más descarado, si bien el balance global solamente puede ser positivo.

A ello hay que añadir el excelente gusto para escoger las canciones y música de "Hijos de la Anarquía", todo un repaso a la cultura popular estadounidense.

Y llegó un día que Jack Teller encontró los escritos de su padre y abrió la caja de Pandora...