Nadie puede discutir a estas alturas que Clint Eastwood es un clásico del cine, su carrera como actor y director es muy extensa, variada, y a estas alturas de enorme longevidad.

Personalmente, y como director, me parece un cineasta más que estimable, quizás a veces pueda resultar un tanto convencional, y el ritmo en ocasiones sea cadencioso en exceso, pero normalmente sus films son claramente mejores que la media, y en su carrera cuenta con , en mi opinión, 2 obras maestras indiscutibles, "Los puentes de Madison" y "Million Dollar Baby", cosa esta que pocos pueden decir.

Pues bien, a estas alturas, cuando parecería que su cine debiera volverse más pausado aun e introspectivo, el viejo Clint se descuelga con una historia llena de testosterona, en el mejor de los sentidos, entretenida, de acción, pero también con un fuerte transfondo.

Se trata de una película que bebe directamente de lo que en los últimos años ha estado haciendo Katherine Bigelow, muy especialmente con "En tierra hostil", con gotas de "Enemigo a las puertas", mejorando en mucho la primera y como mínimo igualando la segunda.

El film narra con una estimable potencia dramática, la vida de un francotirador, describe la simpleza, pero por que no, también la relativa nobleza de unas convicciones, de una persona normal que responde a dilemas morales de enorme envergadura, a través de la que sin duda es la mejor interpretación, por el momento, de Bradley Cooper, acompañada de una convincente Sienna Miller.

Buen film, entretenido, descriptivo, acabas en cierta forma empatizando con alguien que a priori podría estar en las antípodas de tu pensameinto, sólido desde todos los puntos de vista y con extraordinarias dosis de tensión.