Cuanto tiempo hacía que no me reía tan a gusto viendo una peli, y cuanto tiempo hacía (quizás desde que vi por primera vez "Teléfono rojo, ....") que no veía una mezcla tan perfecta de realidad, locura, catástrofe en ciernes, y política en minúsculas.

El film es brutal, sin concesiones, paródico, mezclado con esa realidad loca donde a veces nos embarcan nuestros políticos, los personajes son tremendos, y los diálogos lo más salvaje que recuerdo haber oído, y lo más gracioso que ultimamente he escuchado.

Todo el film está muy bien, y es muy certero en los días que corren, el elenco de actores en su conjunto lo escenifica de forma perfecta, pero es imposible sustraerse de la interpretación de Peter Capaldi, tan salvaje en lo que dice como acertado en como decirlo.

Un guion lleno de frases antológicas (me dan ganas de ir parando la película y anotar algunas de las frases (o mejor dicho, bestialidades) que se dicen), hay decenas de momentos dignos de ser recordados, envueltos en un ritmo alocado y frenético, donde todo vale, todo se mezcla, y todos los personajes se entrecruzan sin parar en la versión más delirante de lo que ocurrió hace unos años entre Londres y Washington.

Soberbia.