Creo que hay directores que tienen talento, y otros que no, De Palma se encarga de abonarse a este segundo grupo película tras película, porque está claro que el problema es de talento, tiene historia, tiene medios, tiene actores, pero da lo mismo, sus películas son de una superficialidad tan efectista que terminan por sacar de quicio.

Envoltorio ampuloso, interpretaciones patéticas (solo salvo a la bellísima e infrautilizada Mia Kirshner), película aburrida y confusa en general. Todo parece de mentira y nada de la historia creíble. Absolutamente prescindible.