Avisado desde múltiples fuentes de que "Drive" se encontraba entre las películas del año, y ante su reposición en los cines Renoir de Madrid, no pierdo la oportunidad, y paso a unirme al coro de voces que proclaman las excelencias del film.

Se trata de una película con un marcado y diferencial sello, en un entorno desolador, que nos muestra el trastero de California, y unos personajes que se dividen en malos y perdedores.

No obstante, siendo interesante el contexto, la interpretación del protagonista, y la tensión que va acumulando el film, son sin duda lo mejor que aquí se ofrece. La interpretación de Ryan Gosling es incomparable, entre el hermetismo de su rostro, lo retro de su aspecto, y el aura cool que lo acompaña, su intepretación está llamada a ser una referencia durante años.

Es una película de acción, pero atípica ya que el protagonista solo conduce, y poco ves de lo que hacen a quienes ayuda a huír, también es una historia de amor, pero tampoco, ya que esta ni es ni será posible, también es una historia de mafia, pero tampoco ya que esta solo se muestra en su crepúsculo menos glamuroso, y también es un guiño al Hollywood que no se ve en los reportajes de televisión, pero tampoco, ya que hay muchos escenarios que podría haber albergado esta historia.

En teoría todo lo que ves te suena, pero en la práctica todo lo que ves es nuevo, hay un estilo retrocool (por llamarlo de alguna manera), con una selección musical que acompaña la interpretación de Gosling, que se mezcla con secuencias de lo mejor del thriller que he visto en los últimos años (las dos secuencias de atracos en los que Gosling espera con su coche son portentosas),con algunos momentos de genialidad esteticista sublimes (creo que la escena del ascensor puede erigirse en un glorioso momento de la historia del cine).

Todo ese aire retro y deprimente, sirve para hacer una película fresca y diferente, donde el estilo y las miradas hacen que sobren las palabras.