No pocas cosas recuerdan a "Mamma Mia" cuando empiezas a ver la película, por un lado está Pierce Brosnan, y también hay una pareja de novios jóvenes, encantadores e ilusionados, pero sobre todo un etorno idílico, luminoso, mediterráneo que transmite optimismo, felicidad y ganas de vivir.

Pero claro está, lo que se presenta como una comedia romántica de lo más normal, poco a poco va mostrando aristas, amarguras y profundidades ya no tan habituales en este género. Y esto no debe extrañar, estamos ante una película 100% danesa, de la factoría Zentropa que lidera Lars Von Trier, y de una directora versatil como Susanne Bier, pero también llena de profundidad y dureza en mucha de su filmografía donde destacan obras tan intensas como la tremenda "En un mundo mejor".

Más allá de todo esto, el film se ve con agrado, quizás se alargue un poco en alguna fase, pero más o menos entretiene, y aporta un punto de valor a un género que en la actualidad ofrece lo menos interesante que uno puede llevarse a la boca, banalizado hasta el extremo por Hollywood, perpretado por las simplezas interpretativas de gente como Jennifer Aniston y la simplicidad y prevesibilidad de sus argumentos.

No es un film perfecto ni mucho menos, algunos personajes creo que están caricaturizados en exceso, pero en cualquier caso la relación entre Pierce Brosnan y la espléndida Trine Dyrholm, tiene las dosis suficientes de verismo y profundidad de quienes necesitan rehacer unas vidas truncadas por diferentes causas, y que ya no tienen demasiado tiempo para nuevas oportunidades.

Para pasar un rato agradable sin más.