Media votos
6,5
Votos
703
Críticas
703
Listas
2
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Mis críticas favoritas
- Contacto
-
Compartir su perfil
Voto de zymu:
6
30 de abril de 2011
9 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
La verdad, creo que muchas veces nos empeñamos en etiquetar las películas en géneros. Soy de la teoría que al final el 99% de las películas podrían ser consideradas historias de amor, y además los géneros deambulan se cruzan y se superponen dentro de las mismas historias.
Pero todo tiene su excepción, y esta es Godard, las películas de Godard, pertenece todas al género godartiano, es decir hay siempre una especie de trama, que a los pocos minutos queda superada por el estilo de Godard, con su frescura callejera, sus citas literarias, su aire juvenil y amateur, sus mujeres fascinantes, y la omnipresencia del propio Godard que por si alguien no se ha enterado que la ha hecho él, en determinados momentos aparece para comentarnos cosas que no vemos, o para parar la acción del film sin más.
Aquí Godard es Godard, con todo su ideario, aunque los diálogos no están a la altura de otros films suyos, ni Anna Karinna me resulta aquí tan fascinante como en otras interpretaciones. Sin embargo sigue sorprendiendo, roza la radicalidad, y siempre nos lanza algúna idea que te hace reflexionar, y alguna imagen iconográfica (el baile de los tres en el bar, y la carrera por el Louvre, me parecen momentos magníficos). Aunque también algún momento absolutamente ridículo y sobreactuado, pero así es él, un tipo lleno de genialidades y nada modesto.
Pero todo tiene su excepción, y esta es Godard, las películas de Godard, pertenece todas al género godartiano, es decir hay siempre una especie de trama, que a los pocos minutos queda superada por el estilo de Godard, con su frescura callejera, sus citas literarias, su aire juvenil y amateur, sus mujeres fascinantes, y la omnipresencia del propio Godard que por si alguien no se ha enterado que la ha hecho él, en determinados momentos aparece para comentarnos cosas que no vemos, o para parar la acción del film sin más.
Aquí Godard es Godard, con todo su ideario, aunque los diálogos no están a la altura de otros films suyos, ni Anna Karinna me resulta aquí tan fascinante como en otras interpretaciones. Sin embargo sigue sorprendiendo, roza la radicalidad, y siempre nos lanza algúna idea que te hace reflexionar, y alguna imagen iconográfica (el baile de los tres en el bar, y la carrera por el Louvre, me parecen momentos magníficos). Aunque también algún momento absolutamente ridículo y sobreactuado, pero así es él, un tipo lleno de genialidades y nada modesto.