1984 fue año memorable para el cine comercial (Cazafantasmas, Superdetective en Hollywood, Gremlins, Terminator, Indiana Jones y el tempo maldito, Karate Kid, Dune, Star Trek III, Top Secret, Loca academia de policía, La historia interminable, 1-2-3-Splash, Footloose, Conan el Destructor, Amadeus, Starman, Los chicos del maíz…).

Así que una cinta normalita como la que nos ocupa tenía muchos números de pasar más bien desapercibida. Sufre además el estigma de las segundas películas, y efectivamente palidece comparada con The Muppet Movie de 1979, en términos de trama, de gags y de números musicales. También me ha hecho recordar una especie de fiebre de segundas partes “en la gran ciudad” que tuvo lugar en los 80 y principios de los 90; hablo de cosas como Gremlins II, Cocodrilo Dundee II o Cortocircuito II. Parece que estaba de moda que la continuación tuviera como telón de fondo una gran ciudad norteamericana, típicamente New York, como si por eso la película fuera “más” grande o “más” impresionante.

Realmente eran “menos”. Y es lo que ocurre aquí, la historia flojea y está estirada como el chicle, tienen que rellenarla con cartas enviadas por los teleñecos que se fueron de la gran ciudad. Los secundarios no acaban de brillar, si bien reconozco que el cocinero que acoge a Kermit apenas habla bien inglés me hizo reír con su discurso motivacional “peoples is peoples”. También se abusa un poco de los cameos, y aunque no los reconozco todos por el nombre, sí que me percaté de Liza Minelli y Brooke Shields. El número musical final es normalito, sólo destacable por la breve aparición de los personajes de Barrio Sésamo ya que durante los 80 ambas franquicias estuvieron mezcladas.

Mi mayor sorpresa fue un número musical “imaginario” en el que aparecen… Los pequeñecos!!! (Muppet babies). Recuerdo con ternura esta serie de televisión, me gustaba por su uso estrafalario de la imaginación, por intercalar imágenes de películas en blanco y negro de los años 40 y 50, y por las canciones (que yo grababa de la TV con un walkman colocado frente al altavoz). Así que cuando vi aparecer a los Pequeñecos en imagen real (bueno, en peluche real) el niño dentro de mí se alegró en sobremanera. Entiendo que dicho número no deja de ser un anuncio de la serie que salió por esa época, pero mira, me gusta. Además el número tiene rock clásico (recuérdese que en los 80 estaba de moda la nostalgia de los 50, e.j. Grease, Great Balls of Fire, Jive Bunny & The Master Mixers).

En definitiva, no es la mejor película de los teleñecos, y no tiene una canción memorable como “The Rainbow Connection”.