Una película que depende del personaje protagonista para tener éxito, pero es cierto que es una película algo lamentable. No entiendo cómo han tenido tanto éxito las películas de James Bond, cuando abrazan la mediocridad, tal vez por haber envejecido mal, aunque no creo que ese sea el motivo. La serie de Sean Connery aportaba nostalgia, aunque era poco creíble la situación de la historia, pero queda claro que lo mejor era la interpretación de Connery. No digo que Roger Moore lo haga mal, pero esta película carece de lo que las películas de Sean Connery tenían posible, y era la interpretación de Connery, que por muy malas que eran las películas de James Bond, malas con ganas, excepto algunas escenas, Sean Connery las salvaba con su carisma. Si esto era lo mejor en cine de acción hace cincuenta años, debían de ser realmente malas el resto de películas.

Una película puede haber envejecido y ser considerada buena por escenas que conmuevan o que te hagan pensar, dado que las pelcíulas de James Bond no tienen esa particularidad, envejecen mal. Las películas de Connery también se tomaban libertades en hacer una trama ridículamente surrealista, típicas de películas de superhéroes, pero esta sobrepasa hasta ese escaso límite. La película de Lazerby es la que mejor escenas de acción guarda antes de esta película, por eso es la mejor de la serie que llega hasta esta película, luego no lo sé, porque las tengo todavía pendientes por ver.

Esta película se desarrolla en un universo en el que existe la magia y la adivinación. La adivina tarotista al final se convierte en una chica sin cerebro más y una amante de James Bond más. Escenas propias de películas de comedia sobre policías o incluso espías incompetentes hacen un cameo en esta película. Ya podemos decir que James Bond lo ha vivido todo, hasta su encuentro con Homer Simpson, solo faltaba que saliera él, el superagente 86, Johnny English y la profesora Trelawny de Harry Potter en esta película, o incluso Bruce de Buscando a Nemo (porque es un mito lo de que los tiburones se sientan atraídos por la sangre o de que las personas exploten con aire comprimido). De hecho, esta es la peor película de todas las de James Bond que he visto hasta ahora.