Si pensamos que vamos a ver un guión con gran argumento, estamos muy equivocados, pero ésta es una de esas películas que, aunque el argumento central sea lo peor, consiguen que el espectador lo pase realmente bien.
Todavia me recuerdo a mi misma en el cine tocando palmas junto con el 90% de la sala (juro que cuando voy al cine soy de las que no dice ni mu porque no me gusta molestar) pero no pude dejar de sonreir durante el transcurso de todos y cada uno de los minutos de la cinta, con la única excepción de aquellos en los que lloraba de emoción.

Lo mejor: Cuando un actor/actriz ha disfrutado con su trabajo, se nota en el resultado final y, en este film me atrevería a decir que así fue en la mayoria de los casos.
Destacar a Meryl Streep porque, en mi humilde opinión, debería haber recibido un oscar por su papel en ¡Mamma Mia!

Conclusión: Si quieres pasar un buen rato viendo una película, ésta es la película ideal. (sobretodo si no te disgusta la música de ABBA)