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España España · Madrid
Voto de Servadac:
3
7,7
980
Documental Documental en partes (1988-1998) escrito y realizado por Jean-Luc Godard en su residencia suiza de Rolle. Es una de las obras más importantes del director y, para algunos, la mirada más lúcida sobre la Historia del Cine. Utiliza la técnica del collage: fragmentos de films, textos, citas, fotos, cuadros, fragmentos musicales, sonidos, y lecturas a cargo de narradores de excepción (Juliette Binoche, Alain Cuny, Julie Delpy y el propio Godard). (FILMAFFINITY) [+]
1 de noviembre de 2010
55 de 76 usuarios han encontrado esta crítica útil
Jean-Luc Godard ofrece en esta miniserie un personal mosaico cinematográfico. Coloca las teselas con la pretensión de que el todo sea más que la suma de sus partes. La idea de sinergia es medular en su(s) ‘Histoire(s) du cinéma’.

Mario Vargas Llosa nos habla, en su excelente ‘Cartas a un joven novelista’, de los vasos comunicantes como recurso literario. Se vale para ello de un ejemplo memorable: el episodio de los «comicios agrícolas» en la novela ‘Madame Bovary’, de Gustave Flaubert. En ese episodio, se superpone la narración que describe la feria de ganado con el discurso del consejero Lieuvain y los requiebros amorosos de Rodolphe. El primer hilo recrea, con sarcasmo, el embrutecimiento de los campesinos; el segundo, el carácter hipócrita, ridículo y mendaz de las autoridades; el tercero, los lugares comunes de la prosa galante.

Los tres hilos se trenzan, dando vida, en su conjunto, a un tapiz inolvidable. Un tapiz en que lo fundamental es la manera que tienen los hilos de impregnarse unos a otros; de comunicarse, enriquecerse. La mera yuxtaposición no es suficiente, nos dice Vargas Llosa. Y es cierto que, leídos los tres por separado (improbable y revelador experimento), todos ellos pierden consistencia.

Godard hace un collage de textos literarios (sobreimpresos, declamados), fotografías, músicas, fragmentos de películas, pinturas… con el que trata de instalarse en lo sublime. Abusa de la grandilocuencia cutre marca de la casa. Y, a diferencia de Flaubert, obtiene justo lo contrario de lo que persigue.

En su crisol, el todo es mucho menos que la suma de sus partes.
Servadac
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