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España España · Madrid
Voto de Servadac:
7
Cine negro. Intriga. Drama Los Ángeles, 1937. El detective Gittes, especializado en divorcios, recibe la visita de la esposa de Mulwray, el jefe del Servicio de Aguas de la ciudad, que sospecha que su marido la engaña. Al mismo tiempo, Gittes descubre que los agricultores acusan a Mulwray de corrupción por su negativa a construir un pantano que paliaría la sequía que sufren. Poco después, el escándalo salta a la prensa, pero la cosa se complica cuando una mujer ... [+]
2 de octubre de 2021
22 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
‘Chinatown’ está tejida con tres hilos que vendrían a ser sus colores primarios: el agua, la aridez y la vegetación. La dialéctica entre esos tres elementos se adueña de la forma. El agua transmuta la arena del desierto en zona verde o habitable. Las plantas son, por tanto, bienes suntuarios. Hacia la mitad de la cinta, un plano ilustra esa tríada esencial: Gittes (Jack Nicholson) atraviesa en coche un campo de naranjos y es atacado por los que vigilan. Mientras da marcha atrás el vehículo recibe un impacto de bala en pleno radiador y el agua salta por los aires. El chorro se mezcla con el polvo levantado por las ruedas en medio del cultivo; el cuadro resultante expone el nudo de la trama.

Como es habitual en el género neo-noir, la dirección es muy consciente de sus referencias. La mujer fatal (una espléndida Faye Dunaway) le dice al detective la tópica frase lapidaria: “Cherchez la femme”; el detective, a su vez, es cínico, burlón, desengañado; se enfrenta a todo por la vía más directa y a pecho descubierto. La luz asfixia, el agua ahoga, la sal es mala para el césped. La violencia que salpica cobra carta de naturaleza. La escena en la que el navajero (interpretado por Roman Polanski) corta la nariz al héroe (o antihéroe) es intencionadamente explícita; primero la gasa y los esparadrapos y después la cicatriz impiden que olvidemos la agresión.

¿Pero qué representa Chinatown? Chinatown es la zona cero de J.J. Gittes. También es un MacGuffin excelente. Su lema es “As little as posible”, lo que viene a significar que es preferible no hacer nada, no vaya a ser que, igual que en las tragedias griegas, nuestros actos provoquen precisamente aquello que queremos evitar. Gittes contraviene la regla dorada y el destino discurre en consecuencia.

El barrio chino, que yo recuerde, sólo aparece de noche y al final; es un simbólico horizonte –o agujero– fatalista. El desenlace es tan brillante en lo cinematográfico –la mano gigante de Cross (John Huston) sobre el rostro de Katherine; el coche sumido en la negrura, los disparos, el sonido del claxon…– como argumentalmente extravagante. La deriva melodramática y truculenta de las relaciones intrafamiliares no debe confundirnos. Polanski cuestiona la base misma del progreso norteamericano. Sitúa la corrupción y la ambición desmedidas como pilar y clave de su desarrollo.

Esta película es su personal contribución a la reformulación del cine negro. Es, en menor medida, una cinta de crítica social. Chinatown es un lugar interno y exterior; el pozo en el que Gittes, los Estados Unidos y el propio Roman, entierran sus cadáveres.
Servadac
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