Una obra maestra, con un guión elaborado y un reparto, música, efectos... para quitarse el sombrero. Jonathan King nos translada a el campo para contarnos una aventura épica, cargada de realismo descarnado, personajes que expresan con sus miradas alegrías y tristezas. Es cierto que muchos verán paralelismos con "El señor de los anillos", por el viaje interior de Frodo, luchando contra sus miedos, aquí expresados en forma de temibles ovejas. También semejanzas con "Las crónicas de Narnia", sobre todo por la cabra. La banda sonora es otra baza a destacar y los decorados de los más bonitos vistos en cine. Las historias de amor entre los humanos y las ovejas enternecen la acción dando pausa a la trepidante aventura. Lo dicho muy recomendable, para niños y mayores, con el tiempo será un clásico como "El padrino". No puedo terminar esta crítica sin destacar los grandes efectos especiales mostrados por el maravilloso señor King, comparables perfectamente con la legendaria "Karate kid". No se la pierdan, no lo lamentarán, mejor véanla en el cine que se disfruta más, en pareja o con toda la familia.