¡Lloren, chicos, lloren! Llegó Coco para exprimirles las lágrimas a ustedes y sus familias... Eso es lo que todos dicen y por esa razón la vi medio escudado, pero no teman, sí es muy emotiva, pero nada a lo que Disney no nos tenga acostumbrados.

Miguel es un niño que sueña con ser un gran músico, a pesar de que en su familia eso es algo prohibido, no quieren escucharla ni tener nada que ver con ella. Cierto contexto va a hacer que Miguel se transporte al mundo de los muertos, donde emprenderá una curiosa aventura.

Sueños, responsabilidades, fraternidad, muerte y más allá son los temas que se abordan de una muy acertada manera en este film.

Divertida, emotiva, colorida (una combinación de tonos excelente). Particularmente no me gustó el uso del "Spanglish" y la recurrencia a varios clichés del mexicano/latino por parte de la producción.