Paul Haggis, guionista de, por ejemplo, Million Dollar Baby, demostró con este trabajo ser un alumno aventajado de Robert Altman, ya que el mismo guarda ciertas similitudes con Vidas cruzadas (Short Cuts), la obra maestra del algo irregular director de Gosford Park y El juego de Hollywood (The Player).

Ambas películas están ambientadas en Los Ángeles y cuentan entre sus virtudes con un muy eficiente reparto coral. Si bien, en la película que nos ocupa tienen prioridad los temas raciales, aunque el director y guionista declaró en su día que la misma no trataba exclusivamente sobre la problemática racial, sino sobre algo más global: el miedo a lo desconocido, a lo diferente. De entre sus muchos protagonistas destacan un fiscal del distrito corrupto (Brendan Fraser), un policía racista (Matt Dillon), otro mucho más idealista (Ryan Phillippe) o el matrimonio de clase alta formado por Cameron (Terrence Howard) y Christine (Thandie Newton).

El guión pone el dedo en la llaga y muestra cómo los actos de unos influyen sobremanera en la vida de otros, lo cual estaría muy bien de no ser porque cae, durante varios momentos, en sentimentalismos varios (cuando el personaje de Dillon rescata al de Newton poco después de cierto encontronazo bastante desagradable, la subtrama de la capa "mágica"…) que tienden a restar credibilidad a la historia. Si dejamos esto de lado nos queda un interesantísimo fresco de fluida narración y mejores intenciones. Muy recomendable.