Un sargento a punto de retirarse (Aaron Eckhart) es el principal protagonista de esta película a medio camino entre el cine bélico y el de ciencia ficción. La trama gira en torno a una invasión extraterrestre que tiene como finalidad explotar nuestros recursos (principalmente el agua). Para evitar que eso ocurra nuestro héroe contará con la ayuda de varios marines e incluso algunos civiles prestos a luchar por la causa.

Mientras veía la película no paraba de preguntarme qué mente lúcida había dado luz verde a un guión con diálogos tan bochornosos o cómo podían recitarlos los actores sin sonrojarse. Es tanta la vergüenza ajena que provocan que a uno casi hasta se le pasan por alto los mil y un tópicos que pueblan la cinta. Supongo que lo único que les importaba era llenar la pantalla de efectos y escenas de acción para todos los públicos (recordemos que estamos ante una superproducción veraniega). Lo mejor: la mezcla de géneros y que sepan mantener el interés durante casi todo su metraje.