Este interesante thriller con tintes melodramáticos está narrado en dos tiempos. Así, parte de la acción transcurre durante los sesenta y tiene como protagonistas a tres jóvenes, Rachel (Jessica Chastain), David (Sam Worthington) y Stephan (Marton Csokas), que tratan de secuestran a un nazi (Jesper Christensen) que hace años se hizo famoso por sus terribles y tormentosos experimentos. El resto de la historia acontece varios años más tarde, pero sigue manteniendo a los mismos personajes (ahora interpretados por Helen Mirren, Ciarán Hinds y Tom Wilkinson, respectivamente).

Como dije antes, la película mezcla varios géneros, predominando el thriller (véase la captura del nazi o el clímax final) pero contando también con un triángulo amoroso (el formado por Rachel, Stephan y David) que le confiere cierto toque dramático y romántico.

La trama es atractiva y está bien dirigida y mejor montada, pero son sus actores los que logran que incluso en las escenas más irregulares (por ejemplo el juego psicológico que el nazi mantiene con ellos) no decaiga el interés. Además, recuerda sobremanera a los thrillers políticos de los setenta y ochenta, aunque lo cierto es que estamos ante el remake de una cinta israelí de 2007.