Películas sobre enfermos terminales hay a patadas. Además, es un subgénero que suele caer en sentimentalismos obvios, buscando a la desesperada la lagrimita del espectador. La decisión de Anne, que nos cuenta cómo una niña (Abigail Breslin) que fue concebida para que pudiese ayudar a su hermana (Sofia Vassilieva), enferma de cáncer, se revela, viene a confirmar mi teoría.

Cassavettes, quien logró cierta notoriedad con otro melodrama que resultó todo un éxito: El diario de Noa (The Notebook), no logra contener el tono excesivamente meloso de este drama familiar. Flaco favor hace el abuso de la voz en off (¿de verdad era necesario que tantos personajes se expresasen de esta forma?) o la colección de canciones melancólicas que sólo sirven para adornar de mala manera los momentos más intensos o tristes.

La película está protagonizada por Cameron Diaz, pero son los actores más jóvenes los que llevan el peso interpretativo y los que, además, mejor lo hacen. Ellos, junto a ciertos dilemas que plantea la cinta son, sin ninguna duda, lo mejor de la misma.