Lars y una Chica de Verdad es asombrosamente sensible. A mí me despertó un sentimiento de empatía por aspectos que habitualmente me dejan más bien frío. Y en buena medida creo que se debe a la sobresaliente actuación de todos, más de Ryan Gosling que demuestra que es capaz de hacer cualquier papel.

Creo que lo mejor es que te hace pensar bastante pero sin ser una película que te señale con el dedo si no opinas como ella. Plantea cuestiones bastante sencillas que se enredan por la mano del hombre. Patricia Clarkson vuelve a hipnotizarme con esa elegancia al moverse en el plano.

No creo que la gente de soluciones rápidas disfrute con esta película. Puede llevar, como me llevó a mí, a confundir la trama si se menosprecia.