Notable recreación al estilo road-movie de la conocida pareja de ladrones y asesinos que hizo estragos en la época de la Gran Depresión.

Bonnie Parker (Faye Dunaway) y Clyde Barrow (Warren Beatty) se conocen cuando éste está a punto de robar el coche de la madre de Bonnie. A partir de ahí, Bonnie le seguirá en sus correrías a través de los estados donde robarán bancos y se verán involucrados en asesinatos. Van reclutando más miembros para su banda, entre los que se encuentran el gasolinero C.W. Moss (Michael J. Pollard), el hermano de Clyde (Gene Hackman) y su esposa Blanche (Estelle Parsons, ganadora del Óscar).

Rodada con un ritmo exquisito, el filme de Arthur Penn supone un punto de inflexión en la meca del cine. Se trata de un ejercicio muy visual, con dosis de violencia explícitas en las que la cámara no se incomoda pero tampoco se recrea. El relato se construye en torno a un amor alocado y libre, alimentado por la adrenalina de verse siempre perseguidos y la satisfacción de crearse una fama atemporal. El toque romántico de la pareja ideal, destinada a un trágico final, es muy marcado en el filme y suaviza un tanto la violencia con la que cometen sus actos, actos por otro lado destinados a robar a bancos pero perdonando a sus clientes. No está claro si ese lirismo cinematográfico de Penn concuerda con los hechos reales, ya que se ensalzan las figuras de dos personajes que fueron mucho más sanguinarios en la realidad.

La cinta apenas deja momentos de respiro, ni siquiera cuando la pareja está a solas. Las ansias de aventura y fogosidad de Bonnie contrastan con la pasividad sexual de Clyde, creando escenas tensas entre ellos pero siempre abandonándose al final al riesgo y a la huida eterna. En plena acción son fríos, efectivos y muy peligrosos, ya que no dudan en matar si tienen que hacerlo aunque luego se arrepientan.

Por otro lado, del resto de la banda de los Barrow destaca la figura de Moss, personaje clave en el final de la pareja, y el matrimonio entre Blanche y el hermano de Clyde. Las interpretaciones de todo el elenco son notables, destacando una bellísima y muy creíble Faye Dunaway, cuyo registro es superior al de su compañera ganadora del Oscar Estelle Parsons. Gene Hackman como siempre magnífico, al igual que un más que correcto Warren Beatty, y un muy interesante cameo de Gene Wilder.

Arthur Penn no se destacó por ser un director notable, pero con “Bonnie and Clyde” consiguió dejar para la posteridad un filme con gran influencia posterior. Muy recomendable.