Para que luego digan que es difícil hacer buen cine con dos duros.

El afamado nuevo director prodigio de Hollywood tuvo un debut realmente interesante con “Following”, un thriller en el que ya se reflejan muchas constantes de su cine posterior. Rodada en blanco y negro, nos muestra a un escritor (Jeremy Theobald) venido a menos, sin ideas, que decide seguir a la gente cual voyeur enfermizo pero sin connotaciones sexuales. Esa manía no podía pasar desapercibida mucho tiempo, y una de sus “víctimas” (Alex Haw) se dará cuenta, pero no sólo no le echará una merecida bronca, sino que le propondrá algo que cambiará su vida radicalmente…

La cinta tiene un par de sellos Nolan; desarrollo con ritmo y final inesperado. Otros sellos, como la potencia visual y el abuso de los clímax, aparecerán más tarde, con algo más de presupuesto pero con las mismas buenas pretensiones y ganas de comerse el mundo que han creado este primer largometraje corto, o cortometraje largo, si tenemos en cuenta la duración media de sus obras posteriores. Nolan dispone a los jugadores y explica las reglas del juego de forma que logra acaparar la atención del espectador desde el primer instante. Además, la fotografía en blanco y negro (del propio Nolan) le da al relato un toque de cine negro muy sugerente.

Como cualquier debut, el filme también tiene sus fallos, pero son poco evidentes y no desmerecen el resultado final. Sin duda, una película que a los seguidores de Chistopher Nolan no les va a defraudar.