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España España · Somewhere Far Beyond
Voto de Richy:
7
Intriga. Thriller. Ciencia ficción David Lightman es un joven hacker, un experto informático capaz de saltarse los más avanzados sistemas de seguridad y de descifrar los más herméticos códigos secretos. Accidentalmente un día conecta su ordenador al del Departamento de Defensa americano, encargado del sistema de defensa nuclear. Pensando que lo que ha encontrado son nuevos juegos de ordenador, David juega con la supercomputadora a las damas, al ajedrez y a otros juegos ... [+]
17 de septiembre de 2014
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
El prolífico John Badham firmó en 1983 una de sus películas más reconocidas y taquilleras. “Juegos de guerra” contiene un planteamiento novedoso para la época y uno de los mensajes antibelicistas menos sutiles de todas las películas nacidas de la situación de psicosis colectiva que reinaba por entonces. Pero el éxito también le vino por ser una de las películas más entretenidas y mejor hilvanadas de la década.

El filme trata de un genio de la informática (Matthew Broderick, quizás en su papel más recordado) que se cuela sin querer en las entrañas de un superordenador del ejército, el WOPR, creado para hacer simulaciones bélicas y juegos de estrategia en tiempo real. Al chaval no se le ocurre elegir otro juego que el de “guerra termonuclear total”, y el WOPR simula y ejecuta todo el protocolo para vencer al enemigo comunista de un supuesto ataque nuclear. Se inicia así una carrera frenética para evitar que el ordenador provoque una catástrofe…

Desde su inicio hasta el mismo final, Badham propone un thriller informático con una maestría narrativa pocas veces vista anteriormente, y posteriormente, dentro de lo que es el puro cine comercial. Tal es así, que aún hoy en día sigue asombrando la capacidad de “Juegos de guerra” para mantenerte literalmente pegado a la butaca por muchas veces que la veas. El ritmo frenético y la fuerte cohesión de todo el conjunto permite dar todo un espectáculo de puro divertimento, siempre y cuando obviemos sus carencias cinematográficas, que las tiene. Esas carencias no están precisamente en el reparto, con un Matthew Broderick más que correcto, una Ally Sheedy en un papel con todas las probabilidades de ser un incordio cuando hace que sea todo lo contrario, y un John Wood realmente notable.

Badham, aparte del objetivo indiscutible de entretener, planteó el filme como una advertencia a la escalada global de misiles nucleares entre las dos grandes potencias a cada lado del telón de acero, y la facilidad con que cualquier error, por muy estúpido que sea, puede iniciar una hecatombe imparable.

Mensaje claro y entretenimiento en estado puro, no se puede pedir más. Muy recomendable.
Richy
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